los árboles mueren de pie

la obra de Alejandro Casona es uno de esos monstruos literarios que nos obligan a leer durante la secundaria, con una moraleja fácil y efectista, sin embargo es un teatro que logra su cometido: hacer que los adolescentes vayan al teatro y que este sea tan similar a una telenovela.


la frase final de la abuela "voy a morir de pie, como los árboles" siempre me ha gustado, categórica ejemplifica una muerte digna y altiva.


el garage de la casa de mi padre está hoy lleno de tablas, el árbol de nogal que creció en la casa y que probablemente tenía unos 50 años, medía casi 20 metros. hace dos años tiró una rama inmensa y entonces los vecinos insistieron en la necesidad de derribarlo. era evidente que se estaba pudriendo por dentro ya que la rama presentaba áreas podridas.


en medio de un sector poblado botarlo era dificil, para no dañar las construcciones y por lo mismo no había habido nadie que quisiera hacerlo.


el hombre que finalmente lo derribó lo hizo con tal arte que los daños son mínimos y las tablas se apilan junto a la leña en el patio.


en una celebración extraña los niños han recorrido el área y buscado tesoros entre las tablas y las ramas. el hacha se ceba en los trozos y yo me acerco a ver el tronco, donde me espera la evidencia: el área podrida en su centro es de más o menos unos 20 cms de diamétro y se adentra hacia abajo a las raíces del árbol que deben estar carcomidas por el mismo cáncer.

como muchas personas el árbol no daba otras señales de muerte, se veía lozano y brillante, sus ramas daban una preciosa sombra. por dentro se acababa poco a poco.


es cierto, los árboles mueren de pie , lentamente dejan de existir hasta que su caída arrastra a todo lo viviente que se ha alimentado y nutrido de ellos.


me intriga el fenómeno que ocurrió desde hace dos años, cuando el árbol comenzó a morir también tiró muchas más semillas que en toda su historia y la mayoría germinaba.


alrededor del tronco muerto hay ahora decenas de arbolitos en diversos niveles de crecimiento.


el árbol incluso se aseguró una descendencia antes de morir.


dentro de algunos meses me sentaré ante una mesa hecha con esas hermosas tablas y la muerte del árbol se convertirá en un ritual de vida otra vez.