lunes, 1 de octubre de 2007

toque algo mijo


teníamos casi once años. una edad dificil porque ya no somos los nenes de la casa, somos un poco grandes y todavía tenemos algún encanto de bebé. mi amigo se ponía furioso cada vez que llegabamos a su casa, entonces a alguien se le ocurría sacar la guitarra y su papá tocaba todo el repertorio de tríos que se sabía (que eran muchos) luego venía alguien y decía ¿y el nene no va a tocar? y mi amigo iba por la mandolina con un gesto furioso, tocaba una o dos piezas rabiosamente concentrado y molesto y cuando le iban a pedir la tercera agarraba tan fuerte las cuerdas que las reventaba y entonces se acababa la actuación.

era molesto que lo obligaran a uno a hacerla de payasito, en especial para divertir borrachos.

acabo de sintonizar la televisión nacional, un jovencito cansado intenta cantar un par de canciones mal ensayadas ante una turba que pide fiesta, pide música, le pide la piel completa, que pague por los mensajitos.

y el jovencito como buen perrito amaestrado acaba con su garganta y se entrega...

impresionante la cantidad de gente que necesita que le digan que es importante, que necesita creer en alguien, aunque sea en ese jovencito que todavía no termina de asimilar el éxito.


quien sabe a que hora terminará el circo, y a que hora el pobre muchachito terminará por reventar las cuerdas. pero ya no puede. ahora ya no se pertenece. le pertenece a la gente.

3 comentarios:

Nandy Sexxxologa dijo...

Muy cierto, muy cierto.
Pero si uno se mete a camisa de once varas, hay que hacerle..

La Chachi dijo...

Me pasaba lo mismo de nena, porqu eme hacian contar chistes. A veces no queria. Tal vez queria mas cantar, pero para eso estaba mi hermano.

Un abrazo.

WARATE dijo...

Hablando de solidaridad? que extraña su entrada? la palabra solidaridad es ambigua entonces?