lunes, 28 de abril de 2008

Gerardi

hay personas que influyen en otras casi sin darse cuenta, eso me pasó a mi con el obispo.
lo conocí cuando tenía 5 años, mis padres son evangélicos y en esa época el obispo dió la dispensa para que ellos pudieran apadrinar a unos niños.
no sé por que otra razón estuvimos yendo a su casa durante varias semanas. mi madre y unas amigas se reunían allí y nos dejaban a un grupo de muchachitos bulliciosos gritar alrededor y jugar.
recuerdo que llevabamos plasticina y comenzamos a restregar la masa roja sobre el piso recién lustrado, por lo que el ama de llaves nos regañó. corrimos a quejarnos y yo dije "la esposa de monseñor no quiere que juguemos aqui". mi madre se puso roja y las otras señoras también, pero Gerardi, que sabía que yo no era católica, comprendió que todos los pastores que yo conocía tenían esposa y por lo mismo no podía comprenderlo, así que lanzó una risotada y se acercó a nosotros para pedirnos que jugaramos en el jardín, no sin antes convertir la masa roja en una serie de manzanitas muy bien realizadas que pusimos en un canastito acabando con la amenaza a los pisos.
mas tarde me dijo, que la señora no era su esposa e intentó explicarme cómo funcionaba la iglesia católica.
para mí su cercanía lavó las dudas que yo tenía acerca de si podía o no juntarme con gente de "otras religiones" y me hizo comprender que los "padres" no eran los monstruos que yo pensaba.
la noticia de su muerte para mí fué shoqueante. durante un año tuve pegada en el refrigerador la estampita que algún grupo sacó al conmemorar un mes de su muerte. no es que le rezara, pero me servía para continuar aprendiendo a tener eso que él me mostró: tolerancia a las personas que piensan diferente.

martes, 22 de abril de 2008

anàlisis sesudo sobre un artìculo de Marcela Gereda


La famosa frase, atribuida a Maria Antonieta de Francia, resume la incomprensión de los problemas sociales, que ha sido el germen de no pocas revoluciones.
La leyenda cuenta, que, Maria Antonieta, al escuchar que el pueblo de Francia clamaba por pan, dijo “si no tienen pan, que coman pastel”, la reina había sido criada en un espacio de abundancia y por lo tanto, la falta de pan podía suplirse con pasteles que seguramente también abundaban. Maria Antonieta perdió la cabeza en la revolución francesa.

Aunque el artículo de Marcela Gereda es reciente, la ostentación de bienes materiales ha sido una norma para los patrones feudales guatemaltecos. Recuerdo una finca en lo alto de las cumbres de Senahù que lucía alfombras persas, vajillas de porcelana de Sevres y cristalería de Baviera me intrigó pensar cómo habían llevado allí (a espalda de indígenas, ya que casi no hay bestias de carga) el enorme piano de cola que presidía el salón. Legendaria es la ostentación de estas fincas enclavadas en plena selva.
el crimen de la esposa del dictador de Filipinas fué simplemente que, en un país en donde todavía existían niños descalzos, se descubriera que ella poseía miles de pares de zapatos.

La actual sensibilidad y la corrección política dictan que las personas se escandalicen y sientan que es obsceno hacer tal despliegue de riquezas en un país donde los niños se mueren de hambre. En los inicios del siglo XX era, hasta cierto punto normal, que un rico luciese sus riquezas, y esto incluía a obispos, el mismo papa era transportado en las espaldas de otros para que sus pies no tocaran la tierra.
El artículo de Marcela me recordó al famoso y muchas veces citado articulo de Jonatan Swift, “una modesta propuesta” en donde propone que, para mejorar el nivel de vida de los pobres de Irlanda, se dedicaran a criar bebes para destazarlos y venderlos como carne de lujo. Mucha gente respondió con ira ante la imagen de bebes rostizados, sin embargo, pocos entendieron la ironía y es que, en Dublín a inicios del siglo XVIII, estos niños estaban condenados a muerte debido a la sobrepoblación y la falta de higiene.
El siglo XX, como semillero de revoluciones, acuño el lema “nobleza obliga”, y la necesidad de adjudicarle a los nobles y ricos la obligación, -que nunca habían tenido en los sistemas feudales-, de apoyar a los pobres, de frente al riesgo, de ser obligados por la fuerza a dejar sus riquezas y repartirlas. Parte del germen del miedo al comunismo son los Romanov asesinados y los terratenientes cubanos despojados de sus fincas.
Pero el asunto de la caridad funciona, porque aparte de la “lavandería de conciencias” que permite la “paz interior” al compartir las “bendiciones”, se generan fuertes oportunidades de disminución de impuestos, y en algunos casos, se logra acrecentar una fortuna y aún posar de “buena gente”.

La ostentación, sin embargo, sigue siendo un fenómeno tal vez arcaico y posiblemente ligado a procesos de reproducción de la especie, muchos animales acumulan “tesoros” que luego lucen ante sus hembras.
El enojo de Marcela Gereda ante la ostentación es fruto de una sensibilidad entendible, que, sin embargo, no genera muchas simpatías, el desvelar la futilidad del lujo ha sido tocado hasta la saciedad y, de todas maneras, habrá personas que hagan lo imposible por comprarse una cartera Prada, aunque sea en una tienda de segunda mano, todo en un esfuerzo supremo de parecer "alguien".
El mejor ejemplo de la ironía de la riqueza es el cuento “El traje nuevo del emperador”, en donde, la necesidad del lujo y la aprobación y sobre todo la ostentación son evidenciadas al final como una pérdida. Al final, un cadáver desnudo viene a ser exactamente igual a otro, fuera de la ostentación se evidencia esa última desnudez que ridiculiza y homogeniza.
imagen: cadáveres judios www.czech-tv.cz

lunes, 21 de abril de 2008

maldita primavera


una ridícula canción de Yuri que se mete en mi mente en este día. cuando me dió la nausea y había decidido acabar con el blog, la cosa fué muy parecida a hoy.

tengo la mala costumbre de leer periodicos, blogs y oir programas de opinión por radio. pero la primavera se acabó, estamos sentados en un volcán que no tarda en estallar.

ayer, una señora decía que "si ya la gente paga de su bolsa el 70% del gasto en salud, pues que compren seguros", el pacto colectivo que genera mejores condiciones laborales para los maestros, muchos de los cuales dejarán su vida entera en las aulas ha sido ridiculizado y politizado. ser libre pensante es sinónimo de "rojillo" y otra vez, ser comunista o socialista en guatemala es ser del diablo.

se acabó la fiesta, la primavera también, ¿de que sirve que dejen cantar a Mercedes Sosa o Silvio Rodriguez, y que se pongan de moda, si los niños siguen muriendo de hambre?, que importa que la gente no esté informada, es mejor tener acceso a algo y lucirlo. todavía hay gente que goza averiguando tu pedigrí y sacándotelo a la menor provocación, y los jóvenes se burlan del pasado, hay que borrarlo de un plumazo.

cuando alguien dijo "los sectores desfavorecidos" otro dice "pues no es a propósito, es solo gente haragana que no quiere trabajar".

es un volcán, un volcán inmenso como los que cubren mi tierra y lamentablemente.

va a explotar

viernes, 18 de abril de 2008

no hicimos cola

no puedo decir que me arrepiento de la carrera que estudié. el trayecto no ha sido fácil y, por supuesto, no pude cumplir con el sueño de mi padre de convertirme en una gran cirujana y los muebles de la clínica se han ido destruyendo.
por eso me vuelve loca la arrogancia de los escritores jóvenes guatemaltecos, en especial Javier Payeras que se autoelevan a las alturas sin darse cuenta que aún siguen siendo tan provincianos como los del siglo pasado.
esa frase de "no hicimos cola" tiene una carga que duele, y duele porque para mi generación fué una cuestión de vida y muerte, aún yo, que no viví los ametrallamientos en el campus, fuí afectada por la imposibilidad de acceder a lo que queríamos hacer. dejamos el "querer ser" por el deber ser.
no puedo imaginar las posibilidades de mi hijo y tengo que recordar a los jovencitos a los que les dí clases en Cahabón y su infinita sorpresa al lograr hacer cosas que no creían posibles, o la pequeña publicación que hicimos con los otros muchachos de cobán, un trabajo artesanal impecable, independiente del contenido.
pero no es únicamente el acceso a tecnología, leo a Andréz Zepeda y a Marcela Gereda en el periódico y me sorprende lo que dicen, no puedo sino compararlo con la época en que se me llamaba la atención por atreverme a decir algunas cosas, incluso en las aulas universitarias.
me enfrenté a la discriminación, tuve que ver como se me juzgaba y se me hacía caer por mis ideas y creencias, tuve que dejar estudios y trabajo por no ser conformista. los jóvenes como Payeras gozan del enfrentamiento que tuvieron los amigos de mi madre y mis amigos, con el sistema. pueden hablar, porque a alguien le cortaron la lengua antes, pueden posar de intelectuales, porque ya no les matan a sus maestros, pueden escribir lo que quieran, porque alguien ya no quema sus libros en el parque, pueden escribir una columna sin tener miedo de que los manden a matar por lo que piensan.
no tuvieron que hacer cola, ya había alguien hacíendoles la cola, tuvieron suerte de nacer en un momento especial en el país y comenzaron a escribir en la plena "movida".
si yo no tuviera que trabajar, cumplir con un horario, y con la filosofía que llegamos a creer en mi generación "devolver a la gente la educación que nos costeo". podría sentarme a escribir todo el día, no trabajaría por las personas, no haría cola