jueves, 25 de octubre de 2007

que se quitarían? (campaña lazo rosa)


está a punto de terminar el mes de hacer conciencia en el cáncer de mama, enfermedad que aumenta cada día y que afecta a mujeres cada vez más jóvenes.

desde la nueva "moda" de quitarse los pechos ante el riesgo génetico de cáncer, se llega a la negativa total de algunas mujeres todavía, de dejarse examinar y/o correr el riesgo de perder su "feminidad".
las modelos -cada vez más delgadas- se colocan implantes más grandes y eso significa que el imaginario social ha definido que la feminidad está en las glándulas mamarias totalmente desarrolladas o agrandadas. una mujer plana sufre, incluso hay una telenovela colombiana muy popular que se llama "sin tetas no hay paraíso".

la misma ignorancia y prejuicios que hace que las mujeres latinas no se toquen o dejen tocar los senos ni siquiera por un médico cuando son vírgenes (o solteras) ha hecho que cuando se detectan estos tumores ya es bastante tarde y no queda otra que quitar la mayor parte o todo el pecho.

la discusión se hace amena cuando afloran los prejuicios, porque ¿una mujer sin tetas es menos mujer?

asusta colocarse ante la perspectiva de algunos hombres que dicen "yo le quitaría los pechos a mi mujer si eso la hace mantenerse viva" ¿no es acaso decisión de ella quitarselos o no? pregunto, pues.

intentando sondear hablé del cáncer de testículo, tan riesgoso como el anterior e igualmente en aumento entre hombres jóvenes, y su respuesta fue "eso es peor, porque ninguna novia querría amarrarse a un hombre que no va a poder darle hijos".

decidí no continuar la plática, porque era inutil, conozco una pareja que se casó en esas circunstancias y ella está más que feliz porque él sobrevivió a la enfermedad y no le importa en que condiciones.

ni que preguntar si él, tan decidido a quitarle los pechos a su esposa para salvarle la vida, hubiera sido capaz de "amarrarse" a una mujer sin tetas, porque al final conozco la respuesta.

me dolió, porque muchas jovencitas se creen esa historia y deciden no hacerse los exámenes por miedo a quedar "feas e indeseables" con cicatrices o con cambios en su anatomía. y aunque el examen y el autoexamen son una manera de descubrirlo antes de que sea tarde, es difícil que se dejen tratar por el miedo a que nadie quiera "cargar con ellas".

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