domingo, 3 de mayo de 2009

de fieras poblado, de selvas cubierto... (anecdota de mi iniciación literaria)

Mi madre y mi abuelo me enseñaron el arte de "declamar" como se usaba en su época, entonces la declamación era una especie de monólogo teatralizado, había que enfatizar las frases y usar algunos trucos escenicos, se valía golpear el suelo con la mano, caer de rodillas, y ante todo, aprender a romper el verso que muchas veces no sonaba bien, dada la brutalidad de la métrica.
Eran poemas enormes, la mayoría tristes "echarla a mi'ja, porque me ha traído un hijo de regalo, sin que nadie supiera, vaya un pecado más grande", esa frase había que decirla como si uno fuera un padre ofendido o "dos salimos del chozo, tres golvimos al pueblo, jizo dios un milagro en el camino, no podía por menos", lenguaje folklorista y colorido, y de allí para adelante.
Mi repertorio constaba de unas dos docenas de poemas de más de 10 estrofas, enormes, incluyendo "el mecapal" que mi abuelo escribió específicamente para que yo lo recitara.
Los "de cajón" eran los guatemaltecos: Yo pienso en ti, y La niña de Guatemala.
Hoy que leo en el periodico, acerca de Pepe Batres, me vinieron a la mente los versos del poema "san Juan" que se convirtió en una pelea personal. 
el poema dice:

De fieras poblado, de selvas cubierto

Que vieron erguidas cien siglos pasar,

Allá en Nicaragua se extiende un desierto,

Sus historia.... ninguna! su límite el mar.

 

Montañas sin nombre las nubes asaltan

Del yermo lanzadas dó esconden el pié :

Sus faldas en vano de verde se esmaltan,

De alfombras se cubren que el hombre no vé.

 

No guarda en su seno ni mieses ni flores ,

No viste sus valles de espléndidas galas,

No danzan en ellos ni cantan amores

Apuestos donceles con lindas zagalas.

 

Sin templos, sin puentes, sin arcos, sin muros

Ni granjas, ni apriscos, ni huellas humanas

Por esos desiertos callados y oscuros

Ni cúpulas brillan ni suenan campanas.

 

Ni triscan ganados, ni hogares humean,

Ni riegan jardines arroyos suaves,

Ni cultas campiñas la vista recrean,

Ni trillan la tierra domésticas aves.

 

Sus vegas infestan salvajes desnudos

Cruzando sus aguas en toscos guacales :

Caimanes feroces, voraces, membrudos

Disputan con ellos sus turbios canales.

 

Allí la serpiente sus roscas arrastra

Colgada la vista del leve esquirol.

En húmedo surco trazando su rastra

Que nunca secaron los rayos del sol.

 

Sus alas fornidas el águila tiende

Del monte corona, del viento sultana,

La atmósfera gime que rápida hiende

Apenas descubre su presa lejana. 


y sigue, pero no se los copio todos, el asunto es que yo vivía en Cobán, y para mi desierto era como el rancho, sin árboles, sin gente. no me parecía a mi que fuera un pecado que no hubieran ganados, ni casas, ni iglesias, me parecía que la belleza de la selva, aún poblada de fieras no era un desierto. ahora que entiendo la historia que hay detrás del poema, puedo comprender que citadinos han existido desde siempre, personas que desdeñan la belleza de lo salvaje y quieren tener las comodidades a las que se han acostumbrado, pero la selva exige a cambio a veces vidas, de todo hay...

9 comentarios:

MarianoCantoral dijo...

Te invito a checar mi nuevo rollo-blog, una crónica que se irá reconstruyendo cada lunes, sobre el hastío después del ocio..."LUNES", EL PRIMER POST (INAUGURAL, AZAAA NO PS) HOY DESPUÉS DE LAS 6:PM...

http://lunestart.blogspot.com/

el Kontra dijo...

Como decis de todo hay y todo cambia. Mirá el Rancho hoy en día, de repente tiene restaurantes, tiendas, aserraderos porque la leña que extraen de las Verapaces se seca mejor bajo ese sol, hasta una refinería iban a poner, el "modernismo" le llaman en las garndes urbes y este también cobra vidas y paisajes.

Saludos

Nancy dijo...

Uy doctora, me hiciste recordar mis días de infancia. Yo también declamaba y hasta me invitaron a la radio. jajaja esa historia algún día la contaré.
También me aprendí Los motivos del lobo, El violín de Yanko, Ante la tumba de Barrios.
Y bueee, de Batres, mejor no comento. A veces la literatura (en cualquier género) es una forma de gafas que distorsionan la realidad, dependiendo del estado de ánimo del autor, o dependiendo de su simpatía política. Qué sé yo. A mí me da mucha risa leer ahora a Darío. Me aprendí muchos poemas suyos con los que ahora disiento.
Sorry por extenderme tanto.

tania hf dijo...

Sincermente me gustó más el artículo de La Hora (http://www.lahora.com.gt/notas.php?key=46125&fch=2009-03-21) que el de elPeriódico. Pero es cuestión de gustos. Así también mi poema favorito es el de Las Falsas Apariencias. Y conoces el que escribió con Pepita García Granados? http://www.literaturaguatemalteca.org/mjgarciagranados1.html. Uyuyuy! Ese poema deberían de poner a declamar en los colegios? Jiji!
Un abrazo,
ixmucané

la-filistea dijo...

Qué recuerdos Patricia!
Me la imaginé declamando. Me hizo recordar algo, a mi mamá planchando y nosotros sentados cerca de ella cuando declamaba poemas de Rubén Darío . . .

De los cuales me aprendí uno. . . Me gustó mucho!

Unknown dijo...

Yo creo que en nuestro países la poesía es siempre la forma 1a de acercarse a la literatura. Me acuerdo que a mí en el colegio me hacían aprenderme poemas, que ahora pues ya olvidé. Pero en el proceso de memorización, me apantallaban las imágenes y los recursos. Le muy poca poesía, pero estoy tratando de leer más, porque estoy conciente que es la raíz de todo. Saludos,

Juan Carlos Lemus juancarloslemus3000@gmail.com dijo...

oh, guatemalidades
fijate que una vez fui jurado de un concurso de oratoria. Desde entonces me decidí a no ser jurado de nadie. Es triste ver cómo se preparan los estudiantes y al final solo gana uno. El favorito era un estudiante bueno, tan bueno que terminó declamando.
esos y otros recuerdos me trajiste.
Por cierto, acabo de estar en san juan comalapa y conocí a un niño que declama con un gusto... tiene 8 años.
salve, colega!

Juan Carlos Lemus juancarloslemus3000@gmail.com dijo...

yo quise, una vez, ser elegido no para la declamación ni la oratoria sino para un coro, entonces, se me ocuriró que yo quería cantar igual que Joselito. en la prueba de aceptación Di unos tonos altos y no me aceptaron.

Anónimo dijo...

Solo deseo corregir en el poema al rio san juan la palabra correcta es acales y deriva del termino acal que se refiere a una embarcaciòn rustica semejante a una canoa y fuè utilizada por los indigenas de America.