Carta abierta a los Jóvenes Guatemaltecos

Un lector del periódico se disculpa con la juventud por no haber hecho nada, yo no me disculpo, supongo que a muchos lo que he hecho les parecerá banal, sobre todo porque no me voy por el manido tema de "como madre y esposa" aunque, he cumplido mi papel de mantener aceitada la maquinaria que mueve los países: alimentar marido e hijo, educar, bañar, vestir y amamantar, todo lo que, obviamente he hecho, pero que no es lo más importante.
Supongo que he ayudado a venir al mundo al menos unos 200 seres, con esto tampoco creo haber contribuido demasiado, he traido seres al mundo pero no en quirófanos de lujo, ni en salas de parto llenas de luz, algunas veces me he arrodillado en pisos de tierra, sobre tapexcos de caña brava, al lado de una mujer que reza oraciones antiguas, he usado mis manos como forceps y he bendecido a la naturaleza que, en su sabiduría, trae niños al mundo sin que nadie intervenga, nacen, como cervatillos, fuertes, bellos, increíbles.
He visto padres cortar el cordón con machete pasado por fuego y luego enterrar la placenta en campos de cultivo, para renovar la tierra.
Supongo que he hecho milagros, sin herejías, como muchos médicos de pueblo, he multiplicado las vendas y suturas, como si fueran panes y peces, no para alimentar multitudes hambrientas, sino para reparar cuerpos que, mutilados desde el nacimiento, al habersele negado oportunidades, no crecerán como robles, sino como juncos, doblándose. pueblos tercos como el izote que renacen de sus ramas quebradas,cortadas, heridas y quemadas.
He manifestado contra la tiranía, contra la comercialización de la educación y la salud, estuve en una toma pacífica de rectoría intentando darle a los jóvenes esa educación casi gratuita que yo tuve, lo confieso muchachos, fallé en el intento y ahora sus padres y ustedes tienen que gastar en una educación de lujo, que luego cobrarán, como supongo.
No he descubierto la cura del cáncer, antes, he investigado como las madres y ancianas curaban a sus hijos, derechos que ahora se les intentan negar, aduciendo que no son confiables, comadronas más antiguas que la historia, más sabias que los médicos.
Si no he mantenido un "empleo estable" ni tengo un "carro del año", ni puedo "twitear" desde mi "black berry",es porque no pretendo lucrar con el dolor ajeno, tengo una computadora barata y una conexión lenta, por medio de la cual me he metido en cuanta lucha me parece justa, el derecho a la salud, el feminismo, la libertad de elegir o no la maternidad, no soy pro vida, soy pro choice, tampoco soy abortera pero no culpo a las mujeres que, violentadas, no encuentran más camino que ese.
Lo que si, jóvenes, no voy a hacer esta vez, es pedir la cabeza del gobernante, no me interesa. ya se derramó mucha sangre y los mismos que una vez nos dijeron que no era bueno acabar con el gobierno y hacer la revolución, ahora, olvidan sus palabras y los persuaden a ustedes de que han cambiado y que lo que hace 30 años era malo, ahora de pronto, es bueno.no me disculpen por haber hecho cosas con las que, probablemente, su moralista formación no esté de acuerdo, pero hagan sus propias cosas, no imiten, la juventud no debe imitar, tienen ante si un mundo de posibilidades y aunque no me considero vieja, tengo que admitir que mi edad es la misma de sus padres y eso me disculpa un poco.
Además, esa postura de "disculpenme por no hacer nada", no va conmigo, he hecho, me he equivocado, pero es tambien, mi derecho.
Es su vida y su decisión pero ante todo, piensen por si mismos, ya no son niños. equivoquense solos, así es como debe ser la vida.