Suicidio Homicidio, otro resultado de la sociedad.

La pose de indolencia, tan cultivada por poetas y escritores, pasa también por una cuidada indiferencia ante acciones como el suicidio.
Este año, en Guatemala, se celebra y homenajea al pintor Valenti, un joven suicida casi diosificado. Morrison, Heath Ledger, y otro montón que no me acuerdo fueron suicidas. Parte de la cultura violenta en la que vivimos acepta sin chistar ir a jugar "gotcha", pero se queja de los crímenes, ¿cual es el paso que se necesita del gotcha, al arma de grueso calibre?.
Mientras canto "te vas Alfonsina con tu soledad", rememoro a otra famosa suicida, la canción, que por cierto es hermosa, narra el suicidio y todavía dice "dormida Alfonsina, vestida de mar..." imagen preciosa, una mujer navega muerta por el mar hasta el fondo.
Lo más ilógico es que, nuestra sociedad, acepta y promueve la pena de muerte ¿no es lo mismo? ¿por qué tengo derecho de tomar la vida de un semejante que "no sirve para nada y es un criminal", y no puedo tomar la mía cuando yo me siento responsable de tantos males?
El homicidio ritual y tomar la vida de los hijos por parte de los padres, tampoco es nuevo, hasta las perras matan a sus crías cuando sienten que no van a sobrevivir, la escena más dura de "el descenso", película sobre los últimos días de Hitler es precisamente esa donde la señora Himmler les dá somnifero a sus hijos y luego los mata, para después suicidarse ambos con cápsulas de arsénico. ¿que les esperaba a los Himmler en la post guerra y el revanchismo que se desató en Europa?.
Nos violenta que maten niños, pero he oído en este país suficientes justificaciones para la quema de la embajada de España, y las masacres de aldeas, donde también murieron niños.
En la revisión de artículos que hice ayer, me interesó más la preocupación de que este no sea sino el primero de muchos. al fin que Columbine todavía está en la memoria colectiva y se sigue escuchando la música de Nirvana.
Prevenir el suicidio pasa por dejar de diosificar a los suicidas y cambiar la visión de toda la sociedad hacia la violencia, además de frenar al mercado y a los inversores que se protegen escudándose en el más débil.
Son esos pequeños seres los que están más vulnerables, los que pueden caer en la imagen linda de viajar en el mar entre caracolas marinas, dormidos para siempre, sin ver más la dura realidad.
Por mi parte Alfonsina y el mar me gusta, tal vez decida ir a la exposición de Valenti.