miércoles, 15 de octubre de 2008

loosing my religion

confieso que por no ser religiosa, de cierta forma tiendo a caer en las ideologías y alguna vez me radicalicé bastante.
esto no es secreto, supongo que se lee en el blog con bastante claridad.
el asunto es que hoy, viendo una pinta, llegué a la triste conclusión de que estoy perdiendo mi religión, y con ello, me estoy semejando más a un híbrido tipo las mega iglesias, que predican un cristianismo light donde se puede lucrar con el dolor ajeno y todavía sentirse "bendecido".
la pinta dice "el estado tiene la obligación de proveer salud y educación a la población". entonces, y a riesgo de sonar como Ayau, tengo que admitir que el estado de Guatemala JAMAS impulsó la política de estado de bienestar y que, en este momento, no existe ni la capacidad política ni económica de producir un modelo semejante.
me explico, la inversión y gasto en salud y educación están MUY POR ENCIMA de lo que el estado puede recaudar, y en un país como este, insistir en el tema de los impuestos nos lleva a un enfrentamiento innecesario y penoso del que no hemos salido en 20 años. es evidente que no hay construcción de ciudadanía al respecto de los impuestos y mucho de eso se lo debemos a la galopante corrupción "para que se los roben mejor no pago impuestos", inteligente jugada de los que tienen más para pagar.
por otro lado, ya habiendo invertido mal y malgastado a manos llenas, la construcción de infraestructura en educación y salud curativa,parece una broma de mal gusto: hospitales y escuelas derruidos debido a una mala administración de los recursos y a la cultura de "no mantenimiento".
hay falacias gruesas, como el de "no mantener vagos" que se le hace a la educación superior, la que se supone, que, como objeto de lujo, debe ser pagada para "que se valore"
y la lista continua.
mantener una posición dogmática al respecto es valiente, pero no realista. porque la ignorancia e inacción, aunado a los nuevos "valores de consumo" permiten que la mayoría vote por cosas que en realidad no son las mejores, pero que venden más.
ya se vió que uno de los premios IG Nobel, fué para alguien que descubrió que un placebo caro es más efectivo que un placebo barato. lo que hemos sabido siempre: el agua azucarada y la cocacola son equivalentes químicos, pero no iguales, incluso en precio.
buscar soluciones a la desordenada prestación de servicios de salud, pasa entonces, por la comprensión de las necesidades de la población que incluyen sus nuevos valores que incluyen que "lo que cuesta más es mejor" o "lo que se ve bonito es mejor" y posibilitar un sistema que permita la compra de servicios a menor precio, pero que al final, tendrá que alimentar al voraz mercado de la salud.
creo que me he quedado inconclusa, porque así estoy: perdiendo mis valores de obligar al estado a asumir su responsabilidad y por el contrario, intentando encontrar una solución que implique una compra responsable de servicios, dejándole al estado la creación de las bases para un mercado "justo" de la salud, lo cual me suena a un nudo gordiano, sin solución, ya que el mercado en estos temas no se autoregula, sino más bien se vuelve voraz: cualquiera hace cualquier cosa con tal de salvar la vida a un ser querido y esto lo deja vulnerable ante ofertas innobles, insanas e inmorales.
pero ya dejé el fusil, así que, busquemosle la otra pata al gato.

5 comentarios:

el Kontra dijo...

Profesorísima Patricia: metí la pata en el anterior comentario, perdón.

Me gustaría aportar lo siguiente:
Los grandes teoricos clásicos de la teoría del estado Hobbes, Locke y Rousseau coinciden en que la razón de ser de este es velar por la seguridad de su gente (pues esta es su principal característica más allá del territorio y administración).

La seguridad, sin embargo, no es un asunto estratégico militar, es el bienestar general de la población. De que carajos sirve estar armado hasta los dientes, si una gripe nos mata o si no aguantamos el hambre.

Una sociedad pobre es una sociedad débil y por lo tanto esta es una sociedad insegura. Es deber del estado corregir esto.

Aclaro que me considero un anarkista, pero soy también un realista y ante los hechos no existe ideología que aguante.

Me opongo también al alza de impuestos que este gobierno pretende por la falta de transparencia.

Pero me opongo también a la putada de aquellos que tienen y que nunca pagan alegando lo mismo que yo, pero que al final les viene del norte. Por eso no ando dando vueltas en el obelisco los findes cual títere de marca registrada.

Una afectuoso saludo Patricia, en ocasiones no vemos las cosas igual, pero te admiro y respeto.

Fernando Ramos dijo...

Patty: Creo que no se trata de perder la religión, o dejar de creer en lo que uno cree, solamente hay que hacer conciencia de como funcionan las cosas.

Siempre he pensado que la mejor descripción del desarrollo de las sociedades la hace la dialéctica hegeliana.

El asunto es que, en ese sentido, hay que esperar a que el sistema vaya creando sus propias contradicciones y venga el cambio, eso toma muchos años, pero es matemático, siempre llega. Por eso vemos ahora derrumbarse la economía de los Estados Unidos.

En cuanto a los impuestos, a mi me da risa esa mara que se amontona en el Obelisco, pronunciando consignas libertarias y haciendo de titeres, ni siquiera saben lo que dicen. Piden no más impuestos, pero desconocen, o quizá ocultan, que no son las empresas las que pagan los impuestos, esos los pagamos nosotros los consumidores finales. El impuestos que mayor ingreso genera al gobierno es el IVA, pero como ese lo pagan los consumidores, entonces nadie dice nada.

De acuerdo con el Kontra cuando dice que la seguridad es un asunto más complejo.

Saludos

Unknown dijo...

Jajajajajajajaja

Si, es cierto lo del blog anterior Patricia, pero bueno.

Yo si le voy le voy a mi GUATE.....

Es mejor asi, se feliz en el primero del último de tus dias.

Sls.

Patricia Cortez dijo...

Kontra: me enriquecen tus puntos de vista, ya te dije que el discenso es bueno. creo que mis estudios necesitan refuerzos.
Fernando: no creo tener la paciencia para esperar los cambios, es como ver secarse la pintura en la pared.
Fabian: suena como amenaza, ¿no crees?

Nancy dijo...

No puedo dejar de estar de acuerdo con el Kontra y con Fernando, pero tampoco puedo dejar de estar de acuerdo contigo. Este país duele, las instituciones indignan, y en medio de un país de disparates una quisiera actuar. Tantas veces me he asociado, tantas veces he manifestado... tantas veces he sido víctima... a veces se pierde hasta la fe... pero ni modo, hay que seguir en la lucha desde donde se pueda.
Y bueno, qué feo ese comentario de fabián. También me sonó a amenaza.