viernes, 13 de marzo de 2009

la cajita.

El día de hoy, un artículo de Juan Luis Font de "elperiodico" me hizo recordar un evento de mi práctica médica que, le cae como anillo al dedo.
Estábamos en el EPS y un miércoles apareció un joven agrónomo que apoyaba a esa comunidad, cojeaba un poco y andaba con un pants azul. nos dijo que quería que le revisáramos la pierna, porque tenía una lesión.
Aparentemente, el domingo anterior, había jugado una "chamusca", se había caído en el campo y tenía "una raspadura", en el muslo derecho, cara externa.
se bajó el pantalón y tenía UNA CAJA DE PAÑUELOS DESECHABLES, VACÍA, PEGADA A LA PIERNA CON MASKING TAPE, nos dijo que le dolía mucho y que temía que se le pegara la ropa, así que se había puesto eso para protegerse, sobre un pedazo de gasa.
Quitamos la cajita, y también la gasa y casi vomitamos.
La escoriación era como de 6 centímetros de diámetro, pero eso no era lo peor, tenía todavía PIEDRECITAS Y GRAMA, del lugar donde se había caído, a casi 4 días de distancia aquello olía mal, con pus y costras verdaderamente feas.
Le pregunté si se había limpiado y dijo "un poco", nada de jabón ni desinfectantes, tenía mucho miedo al dolor, para bañarse se amarraba una bolsa porque tampoco quería mojarse.
Su pedido era "medicina", lo que quería decir "no me toque la herida". entre mi compañera y yo le explicamos que, si no se dejaba limpiar, podía tener una infección severa y hasta perder la pierna.
En algún momento le vendimos el tratamiento y se dejó inyectar varias veces anestesia pegando unos gritos espantosos. luego, con un cepillo y gasas lavamos concienzudamente el área hasta dejarla limpia. quitar las piedrecitas incrustadas, el pus y la grama fué extremadamente difícil y a pesar de la anestesia fué muy doloroso, en algún momento hasta intentó pegarme cuando le dolía. para el viernes la pierna estaba casi cicatrizada y ya no tenía dolor.
¿por qué se los cuento?, porque como país estamos igual, tenemos una cajita que impide que nos miremos la llaga que dejó la guerra. abajo de la cajita ya han crecido gusanos, rencores y odios que se multiplican, malas prácticas que se aprendieron durante la guerra e infectan los cuerpos legales, donde todavía se puede "mandar a matar" a alguien. La gente que puso la cajita la protege a cualquier precio "¿para que escarbar?", dicen, ¿para que provocar dolor en la herida? no quieren ni agua ni jabón en esa herida, fingen no sentir los gusanos moviéndose en la piel y como cada día nos destruimos más.
Lo peor de ser cirujanos, es que se sabe que hay que inflingir dolor para curar. cortar, rebanar, raspar, y hasta mutilar. El organismo podado tiene más posibilidades de sobrevivir que el que tiene la gangrena oculta y se pudre poco a poco por dentro.
Como sociedad necesitamos un cirujano valiente, que quite la cajita y retire las piedrecitas, el monte, los gusanos que han crecido.
¿va a doler? por supuesto que sí, dolerá y será horrible, niños y adultos tendrán que vivir con la conciencia de que alguien, en nuestro nombre, mató y torturó, golpeó y desapareció a compañeros, amigos, padres y hermanos, a gente que tal vez no conocimos.
pero después del dolor crecerá nueva piel y, depende que tan pronto lo hagamos, así será el tamaño de la cicatriz.

4 comentarios:

Carlos Mendoza dijo...

Muy buena analogia. Totalmente de acuerdo! Saludos, CM.

Unknown dijo...

Qué buen comentario! justamente lo leía y pensaba: es lo que pasa ahora en mi patria, El Salvador. Resulta que el domingo tendremos elecciones para presidente y es impactante cómo la gente, que en apariencia era apolítica, han sacado la espada y han comenzado a blandirla en contra de todo aquel que no piense igual. La agresividad y la tensión que existe en el ambiente político y no político es terrible. Y la explicación a esta situación la encuentro justamente en tu historia. Han sido 20 años de pretender que nada pasó, que no existen culpables, ni muertos, ni desaparecidos. Pero los fantasmas no se van con tanta facilidad, y un buen día, nos han de dar un gran susto y no sabremos ni de dónde vinieron. Un abrazo y te felicito por tener una profesión tan demandante y, aún así, sacar tiempo para contarnos tus historias!

Patricia Cortez dijo...

Gracias Carlos, y pasa cuando quieras, bienvenido.
Vanessa: somos países con historias paralelas, tan similares y tan distintas, pero la verdad es que evitar ver, voltear no impide sentir el olor de la gangrena (que apesta), espero que todo salga bien el domingo en El Salvador.

rOo RAMONE dijo...

Uh me gustó mucho!