Lo primero que uno aprende en esta infame profesión, es que TODAS LAS PERSONAS SON IGUALES, y que mis emociones, odios, amores deben quedar en la puerta.
Lo otro que aprendemos es que la muerte no es sino la consecuencia de la vida, los minerales no mueren, de allí, todo ser vivo se acaba día tras día, algunas veces de manera intensa, otras lenta.
Ilustrar con las cientos de víctimas que me tocó ver parece tonto, pero son mis experiencias y si he estado cerca de la muerte tantas veces...
Estaba de turno con mi hermana, ella es muy hábil yo, bastante fuera de práctica, hacía lo que podía. la víctima era un marero, borracho y cruzado, la nariz aplastada y trauma de craneo, al inicio violento, con la fuerza que genera la droga fué dificil ponerle sueros, de pronto convulsionó, un paro cardíaco y yo grité, "bueno, dejemos morir ya a ese marero cerote, ningún bien le hace a la gente".
Mi hermana no contestó y siguió con el masaje, un grupo de enfermeros lo sacó del paro y, casi comatoso, me pusieron a hacer los papeles, para trasladarlo. yo estaba furiosa, el tipo había cometido un asalto a mano armada y lo habían vapuleado, para mi era un desperdicio sacarlo, pagar un viaje en ambulancia para que ocupara el intensivo quien sabe cuantos días. Un enfermero joven se me acercó y me dijo "doctora, la voy a reportar, no tiene derecho a expresarse así de un paciente, no importa quien sea". Por supuesto que me reportaron, me costó entenderlo, pero yo, en ese momento no era yo, representaba a una institución que DE NINGUNA MANERA, puede negar la atención a nadie, ni siquiera a un ladrón.
Hace unos días le escribí un comentario demasiado duro a Jessica Masaya, la verdad, me parece que si bien este espacio es totalmente libre, se es también formador de opiniones.
No me hizo gracia la muerte del niño, tampoco es el procurador -como persona- el santo de mi devoción, sin embargo, acrecentar el rechazo a "los derechos humanos" nos afecta a todos los que trabajamos por los mismos. En este país tan complejo, hablar de una persona, que está en una institución, viene a dañar a toda la institución, mi abuelo era militar y sin embargo yo sé que no todos los militares eran justos ni buenos y tengo que ubicarme.
Yo no estuve bien al tratar mal a un marero, independientemente de que haya matado a quien sea, no tenía derecho, porque al final, es también un ser humano.
si a muchos les chocó la humanidad del hombre gordo llorando por su esposa, a mi me chocó mucho más Otto Perez tratando de llevar agua a su molino.
Cuando uno habla, en este país, de personas, debe hablar de personas y no traspasarlo a las instituciones, el último comentario que escuché acerca de la "actitud del procurador" es algo así como "ahora que lo tocó de cerca se va a poner las pilas", o "ya deberían aprender que el fuego se combate con fuego".
una "conferencia de prensa" no la crea el que convoca, la crean los periodistas que la cubren, si no llega nadie, no hay nada, muchas veces convocamos a periodistas en temas "no importantes" y no llegaron, pagar campos pagados todo el día, sería diferente. Alguna vez, uno de mis jefes se negó a operar a una mujer que había sido amante de su papá, la verdad no tenía derecho, y el procurador, aunque le duela, si le es requerido, tendría que defender el debido proceso y la integridad ante la ley de los que lo atacaron. esa es la definición de derechos humanos, eso es lo que no se debe olvidar.
ZOMBIES
Hace 14 años