martes, 10 de noviembre de 2009

Derecho a la educación.

Dice el Señor Pretti, en un artículo de el periódico que llevar educación hasta 6to grado en las abundantes fincas que tienen mozos colonos, es "contraproducente", ya que entonces, los niños "no quieren trabajar como sus padres".
Tengo varios años de negarme a tener a alguien que me haga la limpieza, es difícil, no caer en la trampa de la esclavitud disfrazada en que se convierten los "contratos" con las trabajadoras de casa particular.
Esto se debe a una experiencia propia, cuando yo misma fuí "maid" en una casa de Beverly Hills y comprendí lo terrible que resulta ser "muchacha" en Guatemala.
En realidad la maid era una tía mía, que tuvo la mala suerte de ser experta en perforación de tarjetas de computadora, y cuando la empresa cambió de tecnología, quedó sin trabajo y no le quedó otra que irse. Yo estuve con ella un tiempo, aunque nunca pensé quedarme, me gustó conocer Beverly Hills.
En esa casa, contábamos con una habitación propia y espaciosa, con un escritorio, teléfono y closet, si, al final de la casa frente al planchador y la bodega, pero privada, con baño decente, televisor y grabadora.
Aunque vivíamos allí, no se nos forzaba a atender las necesidades de la familia a cualquier hora, a las 5 de la tarde quedabamos libres y mi tía iba a sus clases de inglés, se esforzaban en tenernos "contentas", cosas de gente de dinero reciente.
Hace años, me quejaba con una amiga de lo difícil que era ponernos de acuerdo con mi pareja para limpiar la casa, hacer la comida y lavar la ropa, y ella me decía "ya que sos de Cobán, ¿por qué no te traés a una muchacha de allá?", siempre me sonó como a comprar un caballo o similar.
Creo que es difícil, "traerse" a alguien y no ofrecerle verdaderas mejoras en cuanto a sus ingresos, y esto solo se logra con la educación.
Les parecerá un camino largo, pero no pude dejar de comparar la oposición a la educación sexual, con lo que dijo el señor Pretti, mujeres que conozcan su cuerpo, que decidan la maternidad, ya no querrán "servir al marido", sino compartir las tareas, obviamente esto, mujeres empoderadas, haría que las tareas que actualmente se ven como "normales" adquieran su justa valoración y hasta precio.
Creo que ofrecer horario parcial, no esclavizar, no exigir demasiado, permite que la persona que me ayuda ahora esté más relajada y tranquila, puede atender a su familia y ayudarme a mi.
Ahora mi casa está limpia, acabo de contratar a alguien y, creo, que comprobé que, en mejores condiciones laborales, las cosas salen bien.

1 comentario:

Nancy dijo...

Hace muchos años entrevisté a un señor de la cámara del Agro, era un acaudalado terrateniente. Nunca olvido que en una parte de la entrevista, hablando sobre desalojos y reclamos y esas cosas, me dijo: "Yo no sé qué le pasa a la gente... antes por lo menos pedían, ahora exigen, aguante usted".
Yo creo que si uno puede ofrecer trabajo decente, sin explotación y con un trato justo, son dos familias las que se benefician. Qué bien que tu casa esté limpia, eso ayuda mucho al buen clima en el hogar.
Apapachs

p.d.
No dejas de sorprenderme