jueves, 30 de septiembre de 2010

Abrieron la U, ¿ahora qué?

EPA consiguió que, durante un mes, se hablara abiertamente de la USAC. En algunas ocasiones con total ignorancia de la problemática: comentarios hepáticos y ciegos a la historia y a la realidad Guatemalteca; "libertarios" y "empresarios" que asumen que popularizar la educación superior es usar metodologías de educación popular (o sea, no entendieron nada); aquellos que dicen que "no todos nacieron para estudiar en una universidad" haciendo que esto se mantenga como un privilegio. Por supuesto, salieron los fantasmas de la guerra fría y aquellos que decían que los muchachos estaban "manipulados" (asumiendo que los "niños" de 20 años no pueden pensar por si mismos). Vimos salir a la luz los intereses políticos y económicos que movilizan gente en la universidad, los "negocitos" que implican las juntas directivas, la mediocre calidad docente generada por plazas negociadas por compadrazgos y docentes pésimos que se mantienen a fuerza de coaccionar a los alumnos.
Estos días "perdidos" según algunos evidenciaron la falta de compromiso docente y estudiantil que basa los resultados educativos en una "nota" académica y no en procesos de aprendizaje.
En general, vimos una fotografía de la universidad que todos conocíamos pero que las autoridades negaban.
El conflicto cierra y muchos nos preguntamos ¿sirvió de algo?.
Entre los retos está el realizar una reforma univesitaria coherente, algo que se planteó en los 90's y nunca se puso en práctica. No dejar que decaiga el diálogo y mantener el tema universitario en la palestra: no es un problema para los que tal vez tengan dificultades para ganar el año (acostumbrados a la educación bancaria) sino algo que trasciende y que involucra a varias generaciones por venir. Y allí precisamente se convierte en un reto para los docentes que tienen que resumir o mejorar sus procesos de aprendizaje para concentrarlos en un tiempo menor, un reto para los estudiantes bancarios que se tienen que esforzar por adquirir conocimientos y leer a más alta velocidad que lo usual.
Muchos ahora plantean soluciones "que hubieran estado mejor" y no lo hicieron en su momento, creo que no hay que dejar ir la oportunidad de seguir hablando del tema.
Es un momento histórico, se tiene la oportunidad de proponer, discutir, colaborar y hacer cambios. Estoy convencida que esto no interesa únicamente a los estudiantes, todos los que estuvimos allá tenemos esa obligación.

1 comentario:

Angel Elías dijo...

Comparto tu opinión, el mismo desinteres de los esctudiats radica en su falta de formación. Por fin se puede hablar de lo que sucede en la USAC y como egresados duele ver que todos hagan piñata de la universidad.
Ahora veremos que dicne las reformas