viernes, 25 de junio de 2010

Nombrando, nombrar, nombres...

Lo primero que hace el hombre es nombrar, aún con balbuceos, damos nombre a las cosas, a las personas, a los animales, lo hacemos para diferenciarlos, para apropiárnoslos, para poseerlos.
Hemos nombrado cada esquina del mundo, a cada persona, incluso, los derechos de la niñez dicen "derecho a un nombre", es un derecho a diferenciarse, a ser único, a ser yo.
"Montesco o no Montesco", dice Romeo, pero es el nombre lo que identifica a mi rosa y la diferencia de las demás.
Nombrar algo también hace alguna pertenencia, las mujeres adoptaban el nombre del marido para hacer evidente su filiación, su pertenencia a alguien. Se nombra a los niños en honor a algún ancestro para honrarlo, pero también, con la esperanza que sus habilidades, fama o características especiales pasaran al niño.
También se honra a alguien especial colocando su nombre a algún edificio o similar y eso, frecuentemente se hace sin tomar en cuenta la hidalguía del honrado: se pone el nombre de la esposa, del amigo y, pocas veces, se hace honor a alguien.
El alcalde Arzú, hace gala de su ideología, nombrando un puente como uno de los más grandes tiranos de la historia de Guatemala, no me extrañaría si él decide ponerle "mickey mouse", o "tio sam"a otros puentes u obras, al final, ¿a quien le importa?.
El domingo harán un intento de "renombrar" la obra con el objetivo de honrar a don Alfonso Bauer, un ciudadano ejemplar.
A mi, sin embargo, ante la caída de tantos puentes durante la tormenta Agatha, me parece que sería mejor, ponerle el nombre del arquitecto principal, de la empresa constructora y del presidente de la comisión que dirigió la licitación, al menos así, podríamos saber a quien culpar cuando el puente se caiga o, por mal diseño, complique aún más la vialidad.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Yo había pensado mucho acerca del nombre, hasta llegué a imaginar que los monumentos, puentes o pasos a desnivel deberían nombrarse de acuerdo algún tipo de encuesta. Pero me equivoqué, la mejor idea es la suya. Nombrar según el/la arquitecto/a. Es genial!

Anónimo dijo...

O porque no lo nombramos como usted?? a si cuando se caiga diremos "al fin se cayo o al fin se callo" taaanta queja...

Patricia Cortez dijo...

Hola Luisa, si alguien me dedicara un monumento esperaría que fuera un puente como el de los esclavos, que lo construyó el mismo diablo y por eso no se cae.
Anónimo: me encanta, a pesar que le cansa me sigue leyendo y hace el esfuerzo de comentar!!!, ¡aleluya!

Angel Elías dijo...

Puentes? Escuelas? Monumentos? jaja... hermanos terrenales.... mejor mombremos estrellas, que esas no se caen... por lo menos en unos cuantos miles de millones de años

Patricia Cortez dijo...

Y es perfectamente posible Angel, podemos nombrar estrellas lejanas o asteroides...o cometas.

Angel Elías dijo...

ehhhh es cierto.... el angel cometa jajajaja, gracias por el recordatorio