
Se cuenta, que un día unos ciegos llegaron a ver a un rey que tenía un elefante. Los ciegos no conocían un elefante y querían "verlo", el rey los llevó a donde estaba el elefante y les dijo que tenían un tiempo limitado para tocarlo, y así, podrían conocerlo.
Todos se abalanzaron sobre el animal y agarraron lo que primero pudieron y en base a eso dijeron "conocemos un elefante", el rey, que era bastante astuto, los llamó para preguntarles que habían "visto" y cada uno dio su descripción de un elefante. El primero dijo "el elefante es como una pared", ya que había tocado el costado del animal, "momento", dijo el segundo, "el elefante es como una cuerda", este se había concentrado en la cola, "no es así", dijo el tercero, "el elefante es como un abanico de terciopelo", este había estado en la oreja y el último afirmó "todos están equivocados, el elefante es una columna", este se había agarrado a una pata.
En la ilustración que conseguí, cada religioso adora la parte del elefante que conoce, a la que puede conocer.
La razón por la que la noción de dios es tan cambiante, es precisamente porque es fabricada por el humano.
Hay una gran diferencia entre dudar de la existencia de una "fuerza superior", creo que nadie duda de esto, mas bien, la duda surge de la interpretación que se hace de esa fuerza superior.
En mi anterior vida, estuve a punto de "dejar todo y seguir a jesus", pero entonces era una decisión de vivir pobremente y servir a los demás, ahora, que escucho a cash Luna diciéndome que si en realidad soy bendecida tendré cuanta propiedad y posesión terrenal pueda desear, me digo ¿y entonces?.
La noción de dios es un invento del hombre, una necesidad de explicar lo inexplicable y, además, una excelente forma de control social. La religión ha normado la comida, la bebida, las relaciones sexuales, el comportamiento, la honradez, la vida social, las celebraciones, las alianzas, los gobiernos e incluso: las guerras. La culpa, el instrumento favorito de estas religiones (no es la cristiana la única que impone culpas) controla el uso de mi propio cuerpo e intelecto, modula mis lecturas y mis interacciones e incluso, mis pensamientos que yo misma puedo considerar "impropios".
La mayor herejía en la capilla sixtina es la forma de la túnica de dios, que es el corte transversal de la bóveda craneana y la posición de dios lo relaciona con el sistema límbico: el mismo que da origen a las emociones y a nuestra visión de la realidad.
¿de donde surge dios? de eso, de como aprendimos a interpretar la realidad, seguimos como el montón de ciegos, cada uno en su propio pedacito, sin entender que la realidad supera todo esto.
Anoche veía un documental de nacimientos y recordé la cálida sensación de sostener una vida humana saliendo del vientre entre las manos, esa magia, esa vitalidad, esa fuerza... creo que hay algo allí que no puedo explicar y estoy segura de no querer que ningún religioso me dé su interpretación acerca de lo que yo puedo sentir en mis manos, no quiero adorar a una oreja de elefante, sé que hay más que solo eso.