La queja de Maya

pensé en postear completa la carta que me envió Maya Cú, una de las mejores poetas que conozco y una de las más humanas, pero creo que su queja es igual que la mía.

Si algo he visto en estas últimas semanas en que hemos estado dedicadas a la literatura, es que, a diferencia de los hombres, las mujeres solemos minimizar lo que hacemos. Ya lo he dicho antes, si un hombre me cuenta que está escribiendo un libro, cuento o novela, ese será "el mejor que se ha escrito" y podrá rastrear sus influencias a autores famosos de los que -seguramente- no ha leído más que la reseña en google. y me hará un análisis de sus métodos de escritura, revistiendo de magia su habilidad de ser "ladrón de historias" y sus enormes sufrimientos que permiten que escriba de esa manera, su vida "por la libre" y lo demás.

Las mujeres, en cambio, decimos "escribí algo" y lo ponemos a la censura, esperando que nos digan que no sirve y nos sorprende (lo dice también Maya) que la gente nos diga que es bueno o maravilloso.

Pero la cosa no se queda allí, aún cuando no tengan intensiones de ser "escritores de tiempo completo", los hombres se hacen promoción, se autopresentan con "los grandes", escriben blogs aduladores hacia si mismos, se cotizan alto si ofrecen presentaciones, las mujeres (al menos yo lo hago) agradecemos las invitaciones, por el sólo hecho de ser invitadas, asumimos costos que no deberíamos y otras cosas.

Maya pregunta, si leer en público, si hacerle a la "literatura" tiene sentido y supongo que yo también me lo cuestiono, especialmente cuando veo mi desarrollo laboral, que tampoco es tan grande y donde, igual que en la literatura, gente que hace cosas mucho más malas que nosotras tiene un "gran reconocimiento".

copio esto de la nota de Maya:

"Y luego, me vuelvo a preguntar: ¿de qué me sirve? ¿para quién trabajo? ¿y quién realmente me paga? ¿qué significa para mí y mis amigas que nos escriban, que nos lean, que nos “estudien”? ¿quién se beneficia de todo esto?"

Y es que ahora a Maya la leen en universidades y se hacen tesis de su trabajo y esto no le trae beneficios, al menos no evidentes.

en mi caso, es lo contrario, mi trabajo es ninguneado por personas a las que no les gusto, no sé si porque soy abiertamente atea, pro choice y feminista o porque no me perdonan que también sea investigadora académica reconocida, así que no me dan crédito como escritora, como dijo alguien "los médicos escriben cosas cursis" igual, si no es mi caso, el título académico me limita.

Yo en realidad no me cuestiono el escribir, lo hago porque no me queda otro remedio, aún en este momento que debería tirarme a la cama a descansar, me esmero en un post que leeran un pequeño grupito y no lo comentarán y eso no me quita el sueño, el escrito cumplio su función aún cuando lo lea una persona.

Maya termina diciendo:

"No me gusta sentirme como mono enjaulado, siendo observada... casi como pollo en laboratorio, siento que me escuchan y con su bisturí me parten en pedazos para saber de dónde salió lo que dije... si de mi boca, si de mis ancestras, si de la psique..."

Pero ocurre que esto es inevitable, de Virginia Wolf, a nuestros días a las mujeres se nos calificará por lo que escribimos, no puedo sino pensar en Jane Austen ocultando sus papeles, en Pepita García Granados, en Ana María Rodas, siendo criticada por libertina, si un hombre describe una escena homosexual, nadie lo calificará como tal, se valorará su capacidad de comprender la realidad y se le aplaudirá, nadie lo llamará loco ( ni siquiera cuando es evidente la patología).

en fin, te contesto Maya, no sé si me mueve el afán de reconocimiento, no sé si me gusta que me lean, no sé si quiero desvestirme en público y mostrar mi psique, no sé si me gusta que me analicen... lo único que sé es que me gusta escribir y lo bailado, nadie me lo quita.

notita: perdón por generalizar, es cierto que algunos escritores hombres no son así, y también algunas escritoras mujeres son muy vanidosas, es simplemente la rabia aflorando