mis abuelas hicieron lo imposible para convertirme en niña buena, mi padre, que ignoro por qué tiene esas ideas, hizo que me considerara capaz de cualquier cosa (LUEGO ME ENTERÉ DE QUE EN ESTE PAÍS, ESTO NO ERA TOTALMENTE CIERTO)
Durante mi niñez tenía un trabajo: divertirme y estudiar, nunca nos dijeron que no podíamos hacer algo y mis hermanas y yo nos la pasabamos montadas en las bicicletas, haciendo deporte, manejando carro desde los 12 años, estudiando mucho para ser las mejores de la clase y seguras de que tendríamos una carrera universitaria.
lo de la "boda" fué algo que nos metieron en la cabeza las amigas, especialmente esa de ensueño con vestido blanco y demás, porque mis padres siempre insistieron: primero el título y luego, si quieren, se casan.
se nos permitieron cosas que no eran usuales para las niñas de mi época e incluso la vida universitaria significaba dejar la comodidad de la casa paterna para convivir en un apartamento en la capital donde, Al fin, aprendimos a cocinar y limpiar para nosotras mismas y a organizar una casa.
yo estaba acostumbrada a opinar, siempre, leía mucho y creia tener la razón, y fué en la universidad donde un profesor de psicología decidió "enseñarme" que las mujeres no deben hablar tanto en público y sistemáticamente me callaba en las discusiones.
fué en la práctica hospitalaria donde supe que se me consideraba un objeto, se me pedía que me arreglara más, para que me viera "bonita" y se me hacían bromas sexualmente explicitas, me di cuenta de las muchas compañeras que daban favores sexuales a cambio de notas y cuando intenté entrar a la especialización un médico viejo me recriminó que "las mujeres no sirven para medicas y menos para ginecólogas" y añadió "porqué no estudió trabajo social o psicología si quería ayudar a la gente o enfermería pues" al borde del llanto le dije que no era lo que quería y entonces dijo "aquí no hay dormitorios privados para mujeres, ¿va a resistir la tensión sexual o se va a revolcar con todos los compañeros?.
si se imaginan bien, cuando salí quería quebrarle los dientes.
cuando me casé tuve que aguantar los comentarios de mi familia política acerca de la atención deficiente que le daba a mi marido "que tuvo que aprender a cocinar" y demás cosas, lo peor fué cuando intenté comprar una lavadora con mi dinero, la pedí a crédito y el empleado de la tienda me dijo que según la ley de Guatemala (ya está derrogada) yo no podía adquirir deudas SIN EL CONSENTIMIENTO DE MI ESPOSO. entonces la pagué al contado.
recuerdo esto por los dos posts anteriores, y además porque yo no uso el apellido de mi esposo (creo que tengo mis propios logros y no tengo porque usarlo) y esto ha sido tema de discusión entre las madres de familia del colegio de mi hijo.
hasta cuando?
ZOMBIES
Hace 14 años
3 comentarios:
admirable, siempre eh sido admirador de las mujeres independientes en todo sentido, aunque creo que en nuestra sociedad, es muy dificil serlo totalmente para una mujer, pero en serio eso me parece muy bien, felicitaciones, y en algunos años seremos colegas jeje.
Una historia muy bonita, increíble lo de los médicos, mi hermana actualmente esta sacando su residencia de cirugía en el Rossevelt, y es increíble, pero el machismo aun sigue marcado, no como antes claro.
Saludos, muy interesante su redacción.
gracias, me hacen sentir bien sus comentarios
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