jueves, 14 de agosto de 2008

canelitas finas


la diversidad queda clara en este grupito, donde no falta la rubia ni la morena, la gordita y la flaca y el rango de edades también es diverso, madres y no madres, todas trabajadoras y fuertes.
una cosa nos une: nos gusta escribir
como lo hacemos es lo de menos, en un país donde las mujeres se contentan con aprender a limpiar el sólo hecho de escribir ya es una transgreción.
lo fué para Virginia Wolf, para George Sands, Ana María Rodas, para tener derecho a escribir algunas se vistieron de hombre, fueron quemadas, declaradas locas. lo sigue siendo en tantos lugares que parece absurdo que nos dejen escribir, increíble pero para la iglesia católica durante muchos siglos las mujeres no tuvimos ni siquiera alma (y uno se pregunta como veneran a una mujer) y eso se evidencia en tantos comentarios y descalificaciones (un hombre puede escribir de putas y mantener incólume su reputación, una mujer escribe de sexo y es puta)
en fin, la noche fué grandiosa, extrañamos a las ausentes pero eso no impidió que esa sensación liberadora de entregar las escrituras nos llenara.
y como corolario: Marina. una verdadera estrella cuya presencia escenica es impactante y cuya voz nos recuerda que el sufrimiento no hace cambiar a la persona, un loto que emerge entre el pantano.
nos comimos el pastel, de bodas, y convidamos a la gente a probar la canela y las especies.
tal vez no somos así, cobertura de dulce y base de especies, pero somos mujeres, fuertes.
escribir no es para nosotros una "distracción" es fundamental, es evidenciar que pensamos, y que tenemos alma ( a pesar de lo que alguna vez dijera el vaticano)

imagen: lasotrasluchas.blogspot.com

2 comentarios:

Unknown dijo...

bonita cronica

Rosa Chávez dijo...

Cierto, tenemos alma... ja, ja.
Buena Paty,un abrazo ALMADO!!!