martes, 13 de octubre de 2009

Metiendome en Honduras

Supongo que, como fanática de García Márquez, no debería opinar en un tema que aparenta ser tan serio como el que menciona Luis Aceituno hoy. evidentemente, y alguna vez lo escribí, Memoria de mis Putas Tristes es, para mi al menos, uno de los más duros ejemplos de cómo un hombre pude valorarse a si mismo a través ÚNICAMENTE, De sus funciones sexuales. y narrar su vida en función de las cogidas, hayan sido satisfactorias o no, casi siempre en detrimento de las relaciones que se construyen alrededor de ello, se habla más de lo banales y casuales que fueron, incluso la sirvienta a la que se sodomizó.
La polémica y la detención de la filmación de la película sobre el libro, se debió a que, según Lidia Cacho, esta hace una apología de la pederastía.
Si existe un libro de García Márquez que sí hace una apología a la pederastia, es "El Amor en los Tiempos del Cólera", en donde el protagonista, Florentino Ariza, seduce a una niña que es confiada a su cuidado y la convierte en su amante de una manera, por demás, obscena y luego la abandona cuando regresa con su amada y la niña, de catorce años, se suicida.
Para mi, Memoria de Mis Putas Tristes es como un canto de cisne del "amante fogoso" cuando ya no es capaz de desvirgar a nadie, ni siquiera con un dedo y una evidencia de que la "vida" de un ente masculino descansa, en gran manera, en sus órganos sexuales.
Para mi, que de alguna manera me considero feminista, no es una apología de la pederastía, más de lo que ya existe hasta en la Biblia, donde Salomón viejo todavía recibía como obsequios a jóvenes vírgenes que alegrarían su habitación.
Muy por el contrario, yo no creo que un escritor deba llevar una cierta "linea" eso es inevitable, se escribe sobre lo que se es, se vive o se siente, de esa manera no es sino un reflejo de como fué socializado este hombre, aunque sea Premio Nóbel.
yo comprendo que, Lidia Cacho quiera anular a ese hombre que, además de pederasta, le ha hecho la vida de cuadritos, y que, se supone, financia parte de la película, pero, como bien dice Aceituno, es una evidencia de la falta de lecturas y no es la primera, las mismas feministas hablaron del libro cuando salió, no hablando de como se ha configurado a un hombre que se respeta a sí mismo únicamente cuando es capaz de coger, y cómo se configura la sexualidad masculina como depredadora y rompe virgos, algo de lo que pueden presumir muchos hombres guatemaltecos, sino más bien en la literalidad del evento, que, como repito, no es el único que García Marquez narra en sus novelas.
Al final, cuando yo leo ese libro, lo que siento es lástima y tristeza y vuelvo a pensar en el pequeño ser masculino que me ha tocado cuidar ¿soy más hombre porque rompí más virgos?
¿puedo cazar ratoncitas tiernas para sentirme de nuevo joven?.
no puedo decir que las mujeres no tengamos algun deseo de conquistar jovencitos, pero no lo hemos narrado en la literatura. ¿habrá quien lo haga?

3 comentarios:

Nancy dijo...

Yo casi no recuerdo El amor en los tiempos del cólera... será que no me gustó. En cambio (quizá por ser más reciente) sí recuerdo Memoria de mis putas tristes. La verdad es que no soy la indicada para contradecirte o debatir contigo, dadas las razones expuestas y mi condición de no escritora. A mí me gustó mucho Memoria de mis putas tristes, pese a que todos a mi alrededor lo hicieron pedazos. Creo que centra su relato en el aspecto sexual no porque reduzca su vida a ese aspecto sino por el tipo de situación que es el punto focal de la novelita (en diminutivo por pequeña). Pero bueee me haría falta tiempo para seguir hablando del asunto... otra vez será. Me pareció interesante tu punto de vista.

Unknown dijo...

Hola Patty. También leí la columna y me quedé pensando.
Mi conclusión sin embargo fue que la literatura no puede juzgarse con parámetros morales.
Claro que la pedofilia es un tema repudiable, pero, me dije, la literatura no está para subsanar lo que de repudiable tenga la sociedad, sino para reflejarla. Si no lo hiciera, sólo se agravaría el problema poniéndolo bajo la alfombra y fingiendo que no existe.
Pobre Gabo. Un libro desafortunado, sin duda.

Patricia Cortez dijo...

Hola Nancy: Yo he leído ese libro unas 4 o 5 veces, y la primera vez durante los turnos, me encantó la humanidad y lo grises de los personajes, ni buenos ni malos.
Memoria de mis putas, lo leí una vez, no lo tolero más, es triste para mí, no tiene la fogosidad de los anteriores, es un recuento de los daños y si, es una novelita.
Hola Vanessa, que gusto, no es de pedirles que se vuelvan moralistas, la literatura refleja la realidad, pero su finalidad no es cambiarla, eso nos toca a los demás.