miércoles, 14 de octubre de 2009

Ganas de Vomitar

Gracias a Nancy, tuve la suerte de hablar con jovenes universitarios, un público que siempre aprecio, sobre el estado de la salud en Guatemala.
Con todo lo deprimente que es el panorama, creo que pudimos estar de acuerdo, y me gustó que lo hicieran, que la salud es el fruto de condiciones sociales, económicas, culturales, de género, de etnia y demás.
Entiendo que el mundo que se les hereda, está un poco peor de como nosotros lo encontramos, es complejo ver que años de enfrentamientos, seguidos del aumento de la violencia, nos han colocado en una situación dificil.
un ejemplo: la contrainsurgencia provocó que no se invirtiera en infraestructura, para evitar que los guerrilleros la tomaran, pero entonce, tenemos otra vez falta de servicios, porque no invertimos en infraestructura.
y así hay más.
Es imposible que, un jovencito que no puede vivir con 20 quetzales al día (no le alcanza en la universidad) pueda comprender cómo una familia de 5 miembros vivan con la misma cantidad y muchas veces menos.
Cada vez que hablamos de las 2 Guatemalas, la gente nos ve como locos, es imposible ver que, en algunos municipios, no hay más que un médico en 100 kms a la redonda, cuando aquí, en cada esquina puede verse una clínica vacía y un doctorcito espantando moscas.
Los que hemos pasado tiempo en esa tierra de nadie, que hemos visto milagros de solidaridad, que hemos puesto un vehículo, una casa, un medicamento, al servicio de alguien que de otra manera estaría muerto, agradecemos ese artículo de la constitución de Guatemala que permite que la salud sea un derecho y no un bien comprable.
No puedo darles a los jóvenes una "dosis de realidad" no hay manera, el lunes todos hicimos berrinche porque no podíamos pasar por "nuestra ciudad", gracias a esa gente que rara vez viene a "la capi" y que no se pasea por Oakland Mall, ni le interesan los acuarios.
Hoy que veía que la primera etapa de la reforma sanitaria en Estados Unidos avanzó, creo que podría responderle al joven que preguntó si la gente debería o no pagar algo por los servicios de salud.
Yo opino que no, y el pueblo norteamericano que ha sufrido la monetización de la salud y los costos cada vez mayores de seguros que no cubren todo y que impiden el acceso en un mercado voraz que no es capaz de autoregularse, sino más bien, se convierte en un monstruo que todo lo devora.
Para los norteamericanos, que habían rechazado la propuesta en la época de Clinton, este es el momento perfecto para esta política, ahora que la gente pierde empleos, cierran empresas, quiebran otras y muchos se enfrentan a la posibilidad de ser desalojados. Hasta que no duele en carne propia, no se entiende la vida dura que muchos enfrentan, en la época Clinton, mientras se encontraban en auge las burbujas, la salud era uno de los muchos productos que compraban los norteamericanos.
Pero eso no es lo que me da ganas de vomitar.
Tengo un par de años de andar en blogs, y he visto como los guatemaltecos cada vez más plantean cuestiones que incitan al odio, especialmente al odio étnico que tan bien nos cae a los guatemaltecos que vivimos negando al abuelo y la mancha mongólica.
No pretendo un cambio automático, pero tiene que haber un cambio.

8 comentarios:

Miss Trudy dijo...

Yo he tenido estudiantes universtari@s en EEUU que me contaban llorando que el marido o la madre murió de cáncer por que después de vender la casa y el negocio, ya no pudieron seguir pagando la quimioterapia. Esto sucede en el país más rico del mundo, a gente que es de clase media y tenía algún seguro médico. Si el seguro se lava las manos y ya no pueden pagar la quimio, a lo más que aspiran es a "palliative care" que básicamente se les da morfina para que no sufran hasta que mueran. ¿Ha leído cuanto se gasta ese país en la exploración del espacio y todo lo militar? Mientras, los y las soldados--la mayoría super jovenes--regresan de la guerra diezmados, ciegos, amputados, traumados y no pueden recibir ayuda sicológica y tienen que rogar para que les atiendan en los hospitales militares. Eso también dan ganas de vomitar. Tiene que haber una mejor manera de enfocar la vida que ésta. La hay. Lo sabemos. No es visión lo que falta, es la voluntad de querer ver y sentir compasión.

Patricia Cortez dijo...

Miss Trudy:
En un estudio realizado en Guatemala, se ha visto que una enfermedad de las que usted menciona, puede hacer descender a alguien en la escala de pobreza, si era de clase media, se quedará tan endeudado que pasara a pobreza y si es pobre, pasará a pobreza extrema.
Lamentablemente todavía hay gente que cree que no se debe regalar nada, y no es regalado, es pagado por impuestos, nosotros estuvimos amamantando generales con whiski importado, son evidentes los resultados. un gusto leerla.

Miss Trudy dijo...

Esa misma gente tampoco quiere pagar impuestos ni cree que se debieran de usar en educación ni salúd pública. A los que viven en su burbujita, si la burbujita funciona para ellos, les importa un rábano que le sucede a los demás. Para poderse sentir buenas personas y justas, inventan ideologías en las cuales es culpa de los demás todos sus infortunios. De esta manera, el pobre es pobre por que quiere, los que se enferman es por que fuman y no se cuidan, los que no pueden pagarse cuidados médicos por que se malgastan el dinero, etc. El gusto es mío de leerla a Ud. Mire, ¿no tiene un email a donde se le pueda escribir si una tiene alguna pregunta?

Patricia Cortez dijo...

está en el perfil, Miss Trudy

Nancy dijo...

Vaya si fue una plática amena, interesante y muy didáctica, mi querida doctora. Mil gracias por tu tiempo y paciencia.
Y sí, dan ganas de vomitar muchas cosas que se organizan en la red y en la vida real... Y estoy de acuerdo, hay que hacer algo. Lo malo es que muchos "hacemos algo", que a lo mejor no es lo correcto, lo más conveniente... o jalamos la carreta cada quien por un camino distinto... la de nunca acabar.
Apapachos

Patricia Cortez dijo...

Nancy: en eso tenés razón, jalamos la carreta cada uno para su lado, por eso no se mueve.

Luis Pedro Villagrán Ruiz dijo...

Gracias a las dos, a Nancy y a Patricia. Es difícil, claro, intentar hacernos reaccionar... pero no imposible.
Más que intentar que reaccionemos, deben existir más espacios propositivos. O, al menos, un espacio donde realmente las propuestas se tomen en cuenta.
En clase hay gente con (muy) buenas ideas. El problema es... ¿cómo transmitirlas? ¿Cómo hacerlas efectivas? Si de cien, tres reaccionan... la atención no debe ponerse en los 97 restantes. Sino en la propuesta de los otros tres. Regresamos, entonces, al problema social, al problema cultural. Esas barreras que impiden el desarrollo de propuestas, y esos estereotipos del doctor 90210.

Patricia Cortez dijo...

Gracias a Ti Luis Pedro, me hace sentir que no hablé en saco roto, algo quedará.