Cuando ella murió parte de la tarea nos quedó a nosotras, que eramos las "nietas", mi madre ya no podía viajar tanto, así que nos turnábamos con mi tía, me sirvió para aprender a cocinar, una o dos veces por semana llegabamos a la casa a preparar una enorme maleta de frijoles volteados de 2 libras de frijoles, un sartén de una libra de arroz, bistec o carne guisada en otra olla y dejábamos el plato servido para esa noche dentro del microondas. lo completaba una jarilla de incaparina. Cómo no llegábamos todos los días, había que lavar los platos de media semana, los encontrábamos en una cubeta llena de agua, al lado de la pila. aunque lograban contratar empleada, estas duraban poco, "la gente habla" decían, no les gustaba vivir en una casa con dos hombres y hace más de 15 años no se acostumbraba (no era tan común) que las empleadas trabajaran "por día".
Yo podía entender que dos hombres adultos no tuvieran ni la más mínima habilidad doméstica, era "normal" que a los hombres no los dejaran cocinar ni limpiar. a mi abuelo lo acompañaba mi tío, divorciado entonces, que podía hacer algunas cosas, como limpiar y lavar la ropa (en lavadora) pero todavía sábanas y toallas eran como una tarea de limpieza de reactor nuclear. Cuando el otro de mis tíos vino (no vive en el país) lo primero que hizo fué comprar detergente para platos y cepillos para lavar platos y les enseñó a limpiar, hombre adaptado a otra cultura, no le parecía "mandilón" ponerse a vivir bien por su cuenta, logró enseñarles algunas cosas, pero mi abuelo refunfuñaba que el no era mujer para cocinar.
Mi esposo vivió sólo desde jovencito, así que tiene todas las habilidades de un hombre actual, cocina, limpia, usa la lavadora, así como El Kontra ha puesto recetas "para machos" pues, ya no es excusa ser hombre para poder limpiar y arreglar la casa, como no es excusa ser mujer para pararse al lado del carro con llanta pinchada y aparentar desamparo o no enterarse de como funciona el carro.
El amigo que les cuento, está decidido a aprender, es obvio que si no aprendió fué porque su madre pensó que no era "adecuado" que lo hiciera, pero es joven y sabe que las cosas han cambiado, aunque le cuesta manejar el cuchillo y la estufa.
Llegamos con mi esposo con una arrocera nueva (porque, tampoco se trata de cocinar en brasas) y nos dedicamos a llenarle la refri de tortitas de carne preparadas listas para el microhondas o el sartén, y a enseñarle una media docena de recetas, tipo El Kontra (mi compañero es un gourmet, así que sabe cocinar muuy bien). en esas estábamos cuando apareció una de las vecinas que lo ha apoyado, una mujer de mediana edad con hijos adolescentes, (aclaro que él vive en un pueblo pequeño) y nos dijo "y será que él aprende?, yo creo que mejor debería contratar a alguien que le haga la comida, o comprarla, eso de que un hombre cocine, saber si lo hace bien" y nos contó que ella le había llevado caldo y arroz el día anterior y que llegaba a preguntar si él quería que le comprara el pan.
Este fin de semana, mi hermana ( a la que le conté toda la historia) puso a su hijo de 14 años a hacer el arroz, no vaya a ser que termine como mi amigo, en mi casa, mi hijo está aprendiendo a barrer y trapear, y a preparar aunque sea huevos en todas sus formas, al menos que pueda hacerle huevos a cualquiera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario