reciclando. (lastimosamente)María, ay te dejo estos dos pesos.

como les dije, no tengo tiempo, haciendo mi tarea encuentro este artículo. tiene más de 2 años, pero sigue, lamentablemente, actual.


Como en la popular ranchera, el presupuesto de salud se elabora todos los años confiando en que va a alcanzar de alguna manera. No hace falta más que consultar el presupuesto anual aprobado por el congreso para ver un resumen de las metas anuales que presentan números como que en un año se atenderán 325 pacientes de diabetes. Y otros similares que no están acordes con la realidad del país, pero sí con las prioridades del ministerio. Y no hay más que ir a la página de la SIAF y averiguar donde se gastó primordialmente el presupuesto del 2005 y se encontrará que mas del 50% se invirtió en el area metropolitana, lugar donde se encuentran los grandes hospitales de referencia y algunos centros especializados como el hospital de Salud Mental.
Haciendo historia, otra de las víctimas de la guerra fría fue el sistema de salud. La no inversión en hospitales regionales y la construcción de otros que permanecieron sub-utilizados hasta 1999, cuando los salvó la horda de médicos cubanos que vino con el Mitch. La construcción de hospitales que hizo Lucas García como parte del programa contrainsurgente y que se quedaron sin equipo ni personal hasta el 1999. sin hablar del máximo elefante blanco (o verde) de la zona 16 que opera a menos del 50% de su capacidad.
Un día cualquiera pueden entrar hasta 10 ambulancias a los dos centros de referencia, procedentes de todos los hospitales del país donde estos problemas no pueden ser atendidos. Es imposible que dos hospitales pensados para cubrir el area metropolitana se conviertan en receptores de casos graves de todo el país.

Regresando al presente, los dos pesos que se solicitan cuentan con el fenómeno llamado “gasto de bolsillo” que según la OPS representa en Guatemala el 30% del gasto total en salud, las personas, tratandose de salud tienen “voluntad de pago”, es por eso que no se presupuestan más casos de diabetes, que, según la lógica neoliberal no corresponde al estado, sino al bolsillo. El problema es que cuando la crisis económica es tan generalizada como este año, el bolsillo no alcanza y se debe acudir precisamente a las consultas externas de los hospitales que atienden esas enfermedades crónicas y degenerativas que no se tomaron en cuenta en el presupuesto.
La cantidad de asociaciones y grupos que ofrecen consultas a bajo costo para enfermedades cardiacas, diabetes, etc y que se mantienen aún sin grandes donaciones atestiguan el número cada vez mayor de enfermos crónicos que el sistema no puede (ni quiere) atender.
El otro colchón para esto es el IGSS y las aseguradoras privadas, al respecto del primero además de que no cotizan mas del 5% de la PEA, ha sido saqueado, inutilizado y carga con deudas abismales que hacen más difícil su funcionamiento, con todo esto aún se mueve y cubre su parte en la atención a las personas. En cuanto a las aseguradoras privadas la mayoría no están al alcance del segmento medio de la población que sería el que acude a los hospitales porque no puede pagar otro servicio.

El otro fenómeno del presupuesto es que descansa sobre casi un 75% de voluntariado y semi voluntariado, que va desde el promotor de salud que recibe dos jornales al mes como reconocimiento por un trabajo que puede llevar una semana, hasta los cientos de estudiantes de medicina, enfermería, tecnicos clinicos e incluso los residentes que por estar en “procesos de formación” cobran salarios por debajo del precio de mercado, alterando así los costos reales y bajando el valor del presupuesto. Y además, haciendo parecer ante el público que “hay personal” cuando no todos tienen ni la obligación ni la capacidad de atender. En un turno normal es posible visibilizar entre 10 y 12 jóvenes con apariencia de médicos, de los cuales unicamente 3 o 4 tienen un contrato y la autorización y capacidad para atender pacientes, recetar y tomar decisiones. Lo mismo puede decirse del personal de enfermería en el que una sala de 30 pacientes puede estar a cargo de 2 personas y si hay más es casi seguro que son estudiantes.

Si se planifica para 30 y aparecen 40 en una fiesta, es obvio que va a haber sobresaturación, solo pase una noche de viernes fin de quincena por la emergencia del San Juan de Dios y verá que esto es real.

Ninguna empresa funciona sin el capital humano y cuando el trabajo es intenso, la mayoría de ellas intenta dar otras satisfacciones o bonificaciones o mejoras en las condiciones laborales para que el personal no sienta tan dura la explotación, aún los Mc jobs tienen estas ventajas y los muchachos están agradecidos de ser explotados alli, pero una estructura que no permite el “crecimiento personal” y que deja enquistar tanto a buenos como a malos elementos, que sigue otorgando plazas basadas en amiguismo no en capacidad, y que ademas, no ofrece ni siquiera suficientes materiales para trabajar va generando frustración que no se compensa con los pequeños triunfos diarios ya que no se pueden salvar vidas sin materiales adecuados.

Después de la catarsis, viene el análisis:
1. Durante los últimos años el incremento al presupuesto de salud ha sido menor al porcentaje de inflación en el mismo tiempo, aunque se ha incrementado no se alcanza a llegar a metas mínimas.
2. Parte de la estrategia de ahorcamiento esta diseñada para obligar a la población a adquirir servicios médicos y/o a comprar seguros, siguiendo el modelo estadounidense que ha probado ser de los más caros y menos solidarios del mundo. Esto esta más enfocado a enfermedades crónicas y degenerativas que son caras y que no pueden ser cubiertas por el sistema en el estado actual.
3. La población meta del MSPAS es la del segmento más pobre y los prestamos se piden para esta población, pero los costos de un solo herido de bala pueden sobrepasar lo que se invertiría en 50 mujeres embarazadas en área rural. Así que la violencia también pasa la factura y no existe un presupuesto que cubra estas áreas.
4. la falta de politicas claras de empleo y promoción en el MSPAS ha generado personal frustrado con desempeño pobre y hay aún un alto porcentaje de empleados en 0-29, sin condiciones laborales adecuadas, que no tienen voz en el sistema.
5. debido a que el derecho a la salud es constitucional, el ministerio no puede oponerse a atender a nadie, aun a costa de crisis como la actual, ya que aunque su programación se hace a favor del tercio más vulnerable no puede negarse a la atención a otras enfermedades que son más caras y que desequilibran el presupuesto.
6. el sistema de seguridad social, que debería ser el colchón idoneo para atender ese grupo de población que esta en medio y que no tiene toda la capacidad económica para atender su salud, ha sido vandalizado y debería aumentarse el porcentaje de la PEA que está afiliado, incluyendo a la economía informal a través de facilitar la afiliación, ya que los seguros no ofrecen coberturas adecuadas para estas personas dado su nivel de ingresos.
7. los incrementos que se solicitan al presupuesto deberían invertirse en mejorar las condiciones de LOS OTROS HOSPITALES, o de un grupo de hospitales departamentales estratégicamente situados para disminuir la carga de atención de los grandes centros. Clinicas periféricas y maternidades en los municipios del área metropolitana, también contribuyen a desaturar a los centros grandes.
8. y por último, asumir el costo REAL de los servicios dejando de depender del voluntariado y semi voluntariado, un gobierno neoliberal como este debería saber que nadie trabaja de gratis. Y que como en la canción, no alcanzan los dos pesos.