era el año 2003, mi madre y un grupo de amas de casa juntaron sus poemas y unos dineros y publicaron un libro de poesía que se llama "tejedoras de versos". en la pequeña farándula cobanera se convirtió en un hit. las señoras leyeron en radio y televisión y contaron las anécdotas que habían hecho surgir los textos. la edición de 500 libros se agotó antes de los 3 meses. me consta que no regalaron muchos, cada una esperaba al menos, sacar los costos de producción, pero el librito se convirtió en un fenómeno: los maestros de literatura ¡al fin! contaban con material autóctono para pedir lecturas y declamaciones que siempre se realizan en la secundaria.
un par de años después me metí a convocar a varios amigos escritores, y así Juan Carlos Lemus, Maya Cú, Andrés Zepeda y Carlota Stowlinski le dieron alas a un grupo de jovencitos cobaneros que lograron hacer hasta un folletito artesanal que distribuyeron por el pueblo.
y ese no es el "maistream".
la literatura en guatemala ha sufrido la misma persecución que las demás ideas, a una amiga que escribe con temática erótica, en un aula universitaria algunas jovencitas le cuestionaron su "honor" y su "pudor" .
Mi madre todavía no puede perdonar a una señora, madre de una compañera de colegio de mi hermana menor, a quien le prestamos nuestro ejemplar de "la Hojarasca"(para uno de esos trabajos de colegio) en una edición que traía también "la verdadera historia de la Cándida Erendira" y que la señora en un arranque de "moralidad" echó al fuego sin disculparse y mucho menos pagar el libro que calificó de "espantoso" (la señora, por otra parte, no debía desconocer nada de lo que dice el relato). otra persona que conozco lanzó a las llamas a varios escritores de izquierda y otros eróticos, propiedad de otra persona, luego de sumarse a un movimiento religioso y por supuesto no se disculpó sino que le dió a entender a la otra persona que le había hecho un gran favor. alguien acaba de publicar en algún periódico que no recuerdo, que los jóvenes "con libros en las manos" eran considerados revoltosos y peligrosos, en los años duros de la guerra (los que tenían armas no, esos eran patriotas y soldados). andar con un libro en la mano era el equivalente a lo que hoy es andar con tatuajes, motivo de que te lo "confiscaran" o pasaras una noche en detención (por decir lo menos duro).
así que, no es de extrañar que la producción y lectura en Guatemala sea tan pobre, pero además, aparte de algunas ediciones escolares, los libros son un objeto de lujo, el mismo Alfonso Portillo presumía con su "biblioteca" y la declaró como patrimonio.
recuerdo que leí "el canciller cadejo" en una universidad gringa, ya que aquí estaba prohibido, y que también encontré (en inglés) "el papa verde" que tampoco se consigue mucho aquí. en Venezuela compre ediciones de papel manila (como las que hacía la editorial José de Pineda Ibarra) de los libros del Nóbel sudamericano a un dólar el ejemplar, así obtuve ojos de perro azul y los funerales de la mamá grande. eran ediciones escolares subsidiadas para que la gente pudiera leer a García Marquez, hasta donde yo sé, no hay libros tan baratos en Guatemala de autores nacionales.
me vienen estas reflexiones luego de que alguien dijera, a raíz de una antología de relatos breves, que la literatura en Guatemala "no está muerta" y yo dije ¿quien ha dicho que está muerta?, siempre ha sabido sobrevivir, a las quemas, a las purgas, a las persecuciones, al exilio, a la inculturación o aculturación, al ninguneo de los nacionales y al malinchismo, incluso a sobrevivido a la mediocridad de los escritores que se autoconsideran "de vanguardia" o "de éxito". desde las amas de casa que se roban minutos del día para "hacer poesía" y pagan de su bolsa la publicación, hasta los escritores "consagrados" que mantienen páginas web y dan clases y publican y vuelven a publicar, el canon guatemalteco, siempre "en construcción" renace una y otra vez y se enfrenta de nuevo a esa "muerte anunciada" por los que la desacreditan.
ZOMBIES
Hace 14 años
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