domingo, 24 de octubre de 2010

Retomando los espacios públicos ( o fumiguen a los cochambrosos II)

Con los recientes eventos en los que "intervinieron" la recién re modelada sexta avenida con pintas y mensajes, además del exabrupto del que no me arrepiento, re-descubrí la capacidad guatemalteca de descalificar a priori lo que se ve o se percibe sin hacer un intento de análisis.
Calificativos como "resentidos, sin oficio, rojos, cochambrosos, shumos, maseguales, majujos, oenegeros, peludos" aparecieron señalando a los culpables del evento y la visión general era algo como "tan bonita que estaba quedando la sexta y la arruinaron".
La discusión entre ética y estética y lo que puede considerarse arte o no, me llevó a usar una "pinta" de Bansky como tema para preguntar ¿si es un grafitti de Bansky, deja de ser molesto? en el muro de facebook.
Entre las respuestas surgió la duda ¿por qué este tipo de "intervenciones" ocurre en espacios a donde, generalmente, se congrega la gente "pobre" y no ocurre en espacios de la "gente de pisto"?
Bueno, parte de la respuesta está en que hay recursos suficientes para repintar una y otra vez si esto ocurre, vigilancia, y guaruras para disuadir a los ocurrentes... pero también surge la duda ¿acaso lo sucedido no es parte del encono y la frustración de no poder utilizar ahora un espacio que era propio?
Las renovaciones de la sexta se ven bonitas, pero están creando un micro-cosmos que va dirigido a economías emergentes con costos mayores de los habituales: deja de ser el espacio de compra barata de piratería y fritangas, para convertirse en el refugio de los BoBos (burgeses bohemios) que han crecido en el país, y que se vuelve una zona idónea para el "cafecito" de la tarde (de exportación) o el bistro de moda con comida gourmet.
Es evidente la huida de los comercios informales, hay nuevos negocios, mesas en la calle, lugares tradicionales que no se habían molestado en cambiar el mobiliario en 20 años ahora renuevan y re-decoran, los vendedores fueron trasladados a la 5ta y al amate y los atoles al parque central, se denuncian las amenazas a negocios pequeños con el fin de que se retiren de locales apetecibles.
En resumen, gente que querría pintar la sexta hay mucha y no necesariamente los grupos que lideraron la marcha del día 20.
Proceso de pintura mural comunitario Panzós (ECAP 2010)
La pregunta final es ¿cómo retomar el espacio público? ¿son representativas de las microculturas de la sexta esas esculturas y los jaguares de fibra de vidrio o no lo son?, ¿se convertirá en un espacio realmente público y accesible o los precios de los comercios y cafés lo volverán algo turístico y elitista?.
Hace algunos años, un escritor guatemalteco tuvo la desafortunada idea de utilizar la frase "fumiguen a los cochambrosos" para hablar de forma sarcástica sobre el fenómeno que todos los domingos ocurre en la plaza central. No comprendí nunca cual era el punto, sin embargo, creo que tiene que ver con la percepción estética que considera "cochambroso" el comercio informal y los paseantes del parque en comparación con la "gente linda" y "bien vestida" que llena oakland y miraflores.
La transformación de los espacios públicos no necesariamente genera ecos en quienes hacen uso de ellos y sienten el desplazamiento que viene en forma de poder adquisitivo, pero también, lo que se considera agradable para algunos gustos y que tiene que ver con patrones de crianza  y formas de ver el mundo.
La siguiente pregunta sería entonces¿por qué arrebatar los espacios públicos?.
Según uno de mis comentaristas, parece que no hemos aprendido acerca de "tomar" espacios públicos y pasamos a "arrebatar" los mismos. Ya sea desde el poder económico y la coacción como forma de sacar a los usuarios para darle "otros fines" a los mismos espacios o bien, desde la protesta aparentemente irreflexiva de la lata de spray.
Mural comunitario Panzós A.V. (ECAP 2010)
A mi me remitió al patio de juego de la escuela, allí se dan las primeras formas de "arrebatar" que no son encausadas porque no hay forma de hacerlo: el dueño de la pelota, el que tiene más canicas, el que se deja, las niñas... son las víctimas propiciatorias en un juego de poderes que comienza en la percepción de la desigualdad y del poder y que estratifica socialmente y convierte a las personas en mecanismos perpetuadores de la desigualdad y convalida el arrebatar como forma justa de retomar los espacios. Algo que se fundamenta en una historia de despojos y contra-despojos continuos: desde las encomiendas a las revoluciones.
Para cerrar: las fotos corresponden a  un espacio "retomado" por una comunidad, el mural está en Panzós, A.V. y fue realizado en su mayoría por gente de las aldeas, no del pueblo. Para algunos del "pueblo" resulta "demasiado colorido" en relación a la visión de clase y de etnia sobre la "estética ideal" apropiada para un salón de fiestas, sin embargo, han hecho esfuerzos por proteger el mural y aceptarlo. Existen, entonces, otras maneras y mecanismos de retomar los espacios sin arrebatar, pero requieren de procesos de consulta y negociación que aún no hemos aprendido a realizar. ¿podría ser algún día?

4 comentarios:

Unknown dijo...

Hola Patricia,
No me cabe duda, aunque la política de Arzú intenta copiar el gobierno municipal de Antanas Mockus termina de algún modo cavando su propio hoyo político.

La cosa es que Arzú es un político retrógrada,fiel ejemplo de la clase económica que representa y por tanto no está dispuesto a consensuar, que se preocupa más por lo estético que por llevar agua potable a muchos lugares, cuando en este país nos morimos de dengue, por ejemplo.

Lo de las pintas pude ser como usted dice un síntoma de frustración o talvez de que no tenemos espacios de expresión, o no los utilizamos, o muchas otras cosas.

Además, el alcalde no nos preguntó si queríamos los cambios en la sexta, ni siquiera se los preguntó a los vendedores, simplemente ejecutó la obra planificada.

También como usted dice, y no sólo en la sexta, el centro ahora está más caro, de a poquito, casi ni se nota, pero está más caro, llega más gente de noche y es más inseguro.

Pero finalmente, lo que a mí me molesta de las pintas es que ahora las tienen que limpiar, para continuar con el proyecto y ese dinero: LO PAGAMOS NOSOTROS, no el alcalde!

Le dejo un abrazo

Patricia Cortez dijo...

Hola Luisa: un grupo de jóvenes (http://www.facebook.com/event.php?eid=123557677701381) se reunió para limpiar, no sé si son fans de Arzú o detractores de la izquierda o gente comprometida y bien intencionada, pero seguimos atacando el síntoma y no la enfermedad, ¿que hay detrás de la pinta? es lo que intento preguntar, aunque la respuesta no nos guste a todos.

Rahina dijo...

Hay pintas feas y pintas bonitas...me gustan las pintas que llevan mensajes.
Que bueno que usted tocó el tema desde una perspectiva diferente. Casi coincido con usted.

Geo. D'incau dijo...

Yo solo no entiendo y nunca lo hare, la forma de pensar de algunos guatemaltecos que se empeñan en vivir en un pais feo y desordenado, lleno de pintas y de basura visual como la sexta anterior, me gusta la nueva sexta...