Y en esta época electoral, cuando es tan evidente que a los chapines nos fascina criticar políticos que me pongo a pensar ¿y los demás qué?, porque se pretende que un político, al que también los sobalevas han elevado a los altares, intente hacer una autocrítica y diga lo malo que hizo en el gobierno, pero no se asume lo mismo sobre cada uno de los que trabajan en el arte, la industria, y otros sectores.
Aquí la consigna es "ese está equivocado, pero nosotros no". y las defensas oficiosas y los laureles se cuelgan sobre los mismos cuellos ungidos, rechazando a aquellos que no se prestan al juego de lamer nalgas ajenas en una súplica que al fin, alguien lama las nuestras.
Y estos dos cineastas son muy criticados porque no dijeron "lo maravilloso de la película", sino que ahondaron en la crítica, (para mi constructiva) de lo técnico que le hace muuucha falta a la misma y de esa mania guatemalteca de endiosar "lo nuestro" así sea el equipo de futbol más malo del mundo ( al que critican, pero nadie compone) como la película última de ese cineasta amigo que tiene buenas intenciones, pero le falta mucha técnica.
Esta no es una crítica, en realidad supongo que es un camino el que se hace el cineasta y en el que también apoya la crítica, pero seamos sinceros ¿aceptamos que nos digan cosas feas?
En este proceso electoral, cuando le pidamos a los políticos una posición autocrítica, recordemos que muchas veces le hemos complacido a alguien un trabajo mal hecho "porque es cuate", "porque es nuestro".
No creo que a estos amigos se les "haya pasado la mano" es una crítica sincera, pero no logrará su cometido mientras sigamos jugando al sobalevas y esperando que nos toque el turno. a mi no me gusta que me chaqueteen.
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