La primera vez que escuché el término "educación bancaria" me imaginé que tendría que ver con economía y bancos.
Por el contrario, se refiere a ese tipo de educación que imponen la mayoría de escuelas, colegios y hasta universidades en el país y que implica una dominación absoluta de parte de los profesores del trabajo de los alumnos. En mis experiencias en la universidad, como docente, me di cuenta del miedo que le tienen los jóvenes a opinar o a contradecir al docente, incluso en espacios de maestrías y doctorados.
La educación bancaria se reduce a "calentar la banca" no hay espacios para discusión, no se pueden plantear propuestas novedosas, no se puede refutar al catedrático. Se repite lo que se escucha, como si se tratara del catecismo y se alegran con notas que evidencian su adhesión a "la norma".
Las mayores inteligencias del mundo se han formado a través del cuestionamiento a lo establecido. Si Galileo hubiera sido "bancario", jamás habría descubierto la rotación de la tierra, si Einstein no hubiera cuestionado y luego no hubiera sido cuestionado por Hawking... esa es la idea, la duda es lo que se siembra en las cabezas juveniles, la eterna duda lleva a la eterna búsqueda de la verdad.
Eso no le conviene a profesores mediocres y mal preparados que usan y reusan las mismas láminas y tarjetas de hace 20 años, que no se actualizan, que no estudian porque no lo necesitan, al final, nadie los cuestiona y ellos "mandan" en el aula.
El co-gobierno universitario respeta la curiosidad y la sapiencia juvenil, permite el discenso, apoya la confrontación con el objetivo de ganar en conocimiento y deja en manos juveniles la permanencia de los docentes que deben probar continuamente sus destrezas y mejorar.
El co-gobierno está garantizado en la ley orgánica de la Universidad, una ley que sólo puede modificar el congreso y no la decisión antojadiza de una junta directiva acobardada ante estudiantes que parecen más inteligentes y propositivos.
Y no es más que la punta del iceberg, si esto pasa, cualquier cosa se podría modificar de un brochazo, la representación estudiantil que ha permitido que no se castigue a los estudiantes por el pecado de pensar por si mismos quedaría fuera, igual que lo demás.
En un absurdo émulo de pro-reforma parecen decirnos que nos calmemos, al final, ellos, saben lo que es mejor para los jóvenes, los jóvenes no son sino una partida de ignorantes, huelen a leche, no saben lo que quieren, ni siquiera saben limpiarse el trasero, dejen que los adultos, los que "han vivido", les digan como vivir, como pensar, como estudiar, como protestar... ¿se van a dejar?
¿repitencia? ¿acaso hay becas completas que permitan estudiantes de tiempo completo?, verguenza sería que los de medicina que son becados por sus padres y no trabajan repitieran, pero ¿un trabajador de tiempo completo que además estudia? ¿quien ofrece opciones para esta gente?.
y podría seguir eternamente, pero es claro que hay miedo entre los docentes, miedo a la sangre joven, miedo al discenso, miedo a que piensen, miedo a que los anulen.
ZOMBIES
Hace 14 años
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