Todos tenemos las ideas correctas, de la misma forma que cada madre tiene el niño más perfecto del mundo, las ideas las gestamos, las parimos y las criamos como a nuestros hijos, se vuelven parte de nuestra vida, de nuestro léxico, de nuestra historia personal.
Algunos enarbolamos las ideas como bandera, a veces como lanzas, en contra del oponente, dardos que le lanzamos al iluso que está en contra, escudo para protegernos de sus ataques. "no me podés cambiar", decimos, pero, ¿acaso no intentamos cambiar al otro?, ¿soy yo, o es el otro que está equivocado?.
Uno de los clichés de comedia romántica gringa, cuando quieren romper con alguien es "no eres tu, soy yo", tal vez convendría usar esa frase, cada vez que veamos la paja en el ojo ajeno.
Al final, lo que aprendí estudiando ciencias es que, todas las ideas pueden estar equivocadas, la ciencia cambia diariamente, lo que ayer era verdad incontrovertible, hoy, ya no lo es, Stephen Hawking ha vivido lo suficiente para admitir que, en algunas cosas, estaba equivocado.
Tal vez convendría que otros pasaran por la horrible experiencia de saber que su cuerpo se convertiría lentamente en una cárcel, que se les dijera que dificilmente llegarían a los 40 años, para intentar comprobar con cada átomo de su cuerpo que la verdad absoluta no la posee nadie y eso, es parte de la magia de estar vivos.
ZOMBIES
Hace 14 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario