Veníamos de regreso de Sayajché para Flores, llovía fuerte y casi no se veía nada en la noche cerrada y la lluvia tropical que realmente atonta. No sé quien de las compañeras señaló la columna de fuego en la lejanía, el rótulo de Perenco nos permitió identificar el campo Xan y la pequeña refinería donde la columna de fuego, similar al gran ojo de "el Señor de los Anillos" iluminaba la noche petenera con un resplandor bastante diabólico.
El aroma alrededor me recordó mi infancia, antes que se construyera el oleoducto, grandes cisternas llenos de crudo surcaban el país en dirección de la costa sur, el vecino de la casa de mi infancia era propietario de uno de esos camiones que estacionaba ocasionalmente frente a mi ventana, el olor del crudo me hacía toser y me dificultaba respirar aunque el camión ya estuviera vacío. Los vecinos molestos obligaron a que se construyera una salida expedita que impidiera el paso de camiones por el centro del pueblo, hasta que construyeron el oleoducto.
Muchos años más tarde, ya haciendo la práctica médica en Coban, recibimos a una familia de ladinos pobres que habitaban en las cercanías del pozo de Rubelsanto, estaban como locos, alucinaban y gritaban, los llevaron los vecinos que los vieron deambulando sin sentido: Madre, Padre e hijos adolescentes parecían estar drogados. sabíamos que era algún tóxico pero con las escasas herramientas que teníamos era imposible saberlo.
Dos días más tarde eran otros, ya no alucinaban y se veían mejor, entonces nos contaron que vivían cerca de un derrame de crudo, que el agua que bebían tenía "como aceite encima", que ellos limpiaban el agua, retirando el aceite con una cuchara y luego la bebían, estaban envenenados por hidrocarburos. Se fueron cuando estuvieron completamente lúcidos. Nunca supe más de ellos.
La gente de Petén dice que hay más tumores y cánceres cerca del pozo, que los derrames son inevitables, que alrededor de la refinería hay muy mal olor y vapores irritantes.
A nadie parece interesarle.
El gobierno de Alemania ofreció dinero a cambio de la selva, no vale la pena explorar y explotar cuando el costo supera tanto al beneficio. Ni las mineras, ni Perenco van a dar dinero para atender y cuidar a todos los discapacitados, cancerosos y enfermos que rodean su paraíso comercial, ¿cuanto vale su salud?, ¿cuanto dinero vale su vida?.
El petroleo es desarrollo, el petroleo está en tu vida... en la mía lo ha estado no de buena manera.
ZOMBIES
Hace 14 años
3 comentarios:
Es terrible. En EEUU hay grandes areas enteras en donde casi todos tienen que estar yendo a hemodialisis, por el fosforo en el agua producido por la agroindustria sin control de medio ambiente, o gente con cancer por que rezuma por el agua y la tierra la contaminacion. Claro, tiende a ser en areas de gran probreza y marginalidad. Como es posible, diria uno, que por kilometros enteros la poblacion tenga incidencias tan altas de cosas como cancer o falla de rinones? Y que no sea por la macro industria masiva de los alrededores que vomita veneno en agua, aire y tierra cerca de donde viven los mas pobres de los pobres?
es lamentable que esa situacion se de
Miss Trudy: hasta los alcaldes "valoran" la inversión de Perenco, nadie relaciona cáncer con petroleo y a nadie le importa
Alexx, pues, la vida es más que el dinero
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