jueves, 29 de mayo de 2008

panzos

una vez, en Sophos, librería, nos encontramos a un joven escritor de los que se consideran de vanguardia. hablabamos de un libro que habla sobre el calvario que aún viven los habitantes de PANZOS y casi incrédulos lo escuchamos decir que quería leer el libro para ver "la manipulación extranjera de las mentes indígenas".
por supuesto que unicamente repetía el código de moda, que los indígenas son como los niños y que no pueden pensar por si mismos, solo ser manipulados.
ahora, con la moda de los desaparecidos, el mismo escritor se rasga las vestiduras ante la violencia padecida por el pais.
Panzós es como el tio homosexual, la prima que vive en la casa chica de un hombre casado, el hijo negado del abuelo... uno de esos esqueletos de closet que quisieramos ver desaparecer, pero que insisten en llegar a la boda de la hermanita, acompañados de sus ridículas parejas por supuesto.
son parientes incómodos que no se pueden echar.
en 1994 en Telemán, a pocos kilometros de Panzós, pude escuchar historias del hombre que fuera forzado a abrir la fosa con el tractor y que luego vivia en un mar de alcohol que no le permitía olvidar la gente viva enterrada y gritando, (luego se entiende porque el escritorcillo prefiere negarlo)
ante tamaños horrores cerramos ojos y oídos, pensamos que así estaremos libres, pero para nada.
se suponía que hoy, la primera dama de la nación, daría una disculpa pública y asumiría la culpa por la masacre. 30 años después los muertos no han encontrado justicia y el resto de la población intenta no ver la sangre que aún no se lava del parque de panzós.

domingo, 25 de mayo de 2008

paranoias

La Paranoia. Otra de las herencias que nos dejó la guerra. Simplemente no confiamos en nadie, todos son potencialmente “orejas” espías que pretenden conocer lo que hacemos y como lo hacemos.
Conozco a una persona, quien al intentar integrarse a un grupo (cualquiera que sea) primero muestra sus referencias personales. Busca a una persona de confianza que lo presente, preferiblemente alguien del mismo “medio”, alguien conocido que tenga trayectoria y si no lo encuentra, se abstiene de participar.
Asistir a eventos culturales o sociales, aún los actos públicos, sin ser introducido por nadie es peligroso. Se es observado, cuestionado y al final uno sale con la sensación de haber pasado un examen, una de esas entrevistas de trabajo donde luego del análisis psicológico te dicen “luego lo llamamos”. Si nadie puede dar fé de quien eres, olvídalo, no te llaman. A veces hasta se escucha el cuchicheo “¿y ese quien es vos?” “saber. Seguro que es oreja, preguntale a todos a ver si lo conocen”, y eso incluye que esos “todos” sean los cuatro gatos y un perico que SIEMPRE asisten a ese mismo lugar.
El círculo guatemalteco es estrecho. Un comentario fuera de lugar, una opinión desastrosa en un foro, que se te salgan los prejuicios y metás la pata, una mala formación política (o lo que es lo mismo, no ser de la misma afinidad política que los anfitriones), una opinión que no sea “políticamente correcta” y estás muerto socialmente. El asistir con un “habitual” genera menos suspicacias, pero siempre te prueban, en todos los grupos se examina detenidamente a los nuevos, y no falta alguien que te diga “tené cuidado, aquel parece que es oreja”, los círculos se estrechan y cierran filas, ya sean artistas, políticos, sociales o religiosos. Todos parecen tener “dress code” pero también otros códigos de pensamiento y de comportamiento, igual que en la moda o estás out o estás in.
La sociedad guatemalteca se polarizó durante la guerra, o eras o no eras de un bando o de otro, y esto quedó como herencia, como la canción de arjona: te heredan hasta el equipo de futbol. Todos, hasta los niños se identifican como parte de un grupo pequeño, el cual SIEMPRE tiene un antagonista. Rojo o crema, izquierda o derecha, católico o evangélico, colegio o escuela, universidad pública o universidad privada. No eres parte de una diversidad, eres de un grupo que tiene la razón, los otros están equivocados.
La paranoia nos cerca, cualquiera que intente contactarnos puede tener intenciones maléficas. Nos siguen, nos espían.
Parecía que habíamos pasado el bache, muchos contaron sus historias, abrieron las puertas, confiaron… incluso los que dieron testimonios fueron criticados, se dudó de la validez de sus testimonios "fueron manipulados" decían, hasta que ahora, aparecen otros que validan los procesos desde otra mirada y al fin se considera que "la historia debe contarse"

además de la historia oficial de los vencedores, hay que reconocer que la diversidad no es más que la suma fragmentada de muchos grupos. que, de alguna manera, resultan irreconciliables entre sí.
Bueno, lo anterior puede ser cierto, o podría ser que yo también esté paranoica.

lunes, 12 de mayo de 2008

el cobarde del condado.

Una canción que sonó fuere en los 80's, Kenny Rogers y su sonido campirano repetían lo que se nos decía a la generación que tuvo la desgracia de crecer en los 80.

la moda del decenio con sus pelos parados y teñidos, la pose de muñecas y muñecos, maquillaje unisex y videos fantasiosos. entre Pat Benatar y su love is a battlefield, la musica silenciada de los guaraguo y guitarra armada metiendome mensajes de batallas que nunca llegarìa a ver.

la cancioncita de Kenny Rogers con su ambiguedad me repetìa lo que decìan mis padres "prometeme que no te vas a meter en babosadas, si hay problemas, mejor salite de allí, fijate bien con la gente con la que te juntás". las mismas preocupaciones que los padres, que vivieron las revueltas de los 70's, tenían de que sus hijos siguieran sus pasos en los 80's. la consigna para poder dejarnos vivir era "no se metan en babosadas muchá".

nunca supe bien que eran "babosadas" el tèrmino bien podìa referirse a drogas, rock and roll y sexo o bien a movimientos guerrilleros o revolucionarios que florecìan todavìa en el campus, movimientos casi moribundos donde intentar "ir a la montaña" era màs complicado que llegar a moscù de una vez y haciendo auto-stop. nunca les dijeron "no se metan en babosadas" a los que intentaron la politecnica y salieron violados, heridos o muertos (sin ir a combate)
pero esa es otra historia.

en algunos pudo màs la curiosidad, subieron, vieron, regresaron (los que pudieron), otros nos dimos cuenta que babosadas en este paìs podía ser un grupo de teatro, un grupo de mùsica, un grupo de pastoral o de iglesia que quería probar que podía "hacer el cambio". casi cualquier cosa era peligrosa, hacer una manta, pintar un mural, decir cualquier cosa en voz alta. exigir derechos, ser feminista, ser homosexual o lesbiana... o sea, estar en contra de "la moral y las buenas costumbres" de ir a la iglesia todos los domingos y confesarse.


de pronto me encuentro a algun ex-compañero, que ahora tiene hijos adolescentes y está feliz de que ellos se metan en babosadas "vieras el pulso que tiene en gotcha, sería bueno para el combate" (sin pensar que en el combate real se lo quebrarían o mataría a alguien), "vieras que está en un grupo de teatro y montan obras muy de vanguardia, a veces con desnudos incluidos". vieras que tiene un grupo que van a dejar juguetes a la montaña", y también hacen rappel y raftin y kayakin y cuanta vaina se les ocurra y siempre con la venia de los padres, llenos de piercings y tatuajes los muchachos se declaran a si mismos "Emos" y destilan una emotividad que ya la quisiera Oscar Wilde, con todo y la pose de la margarita, ensayan la sexualidad sin miedo al sida, pero "preservan" la virginidad respetando únicamente esa entrada. parecen tan sinceros en su pelea con el mundo y nos enfrentan a los que no pusimos la otra mejía, no son pacificistas, es solamente que creen en la matrix que todo lo controla y les vale lo que sucede fuera del ordenador.

y vuelvo a la canción: muchos tuvimos que decirles a nuestros padres que no ibamos a dejarnos manosear, que la razón de la lucha está en el fracaso de la otra mejía, que debimos meternos en babosadas y creo que el mensaje a los chicos ahora es ese: todas sus libertades son nuestras conquistas.

viernes, 9 de mayo de 2008

drogas rituales

Alguna vez tuve en mis manos y leí "la serpiente cósmica" un hermoso relato de cómo las culturas ancestrales tenían (y han tenido siempre acceso) al conocimiento del ADN como origen de la vida, representada mil y una veces en las culturas como un par de serpientes enredadas como la doble hélice. según el libro, este conocimiento se ha obtenido a través de la meditación y la utilización de las drogas rituales, esas que permiten un desdoblamiento y hacen ver la realidad desde otra perspectiva.
siempre he escuchado la historia del descubrimiento de la estructura de la molécula de benceno, que se narra como el sueño de Kekulé, en donde se le ocurrió la idea de una molécula circular al imaginar una serpiente que se muerde la cola.
los indígenas latinoamericanos se reían de la hostia porque "no daba efecto" un dios débil que no servía como los hongos o el peyote.
la muerte de el descubridor del LSD me hizo recordar que el cornezuelo de centeno, un potente veneno, también fué relacionado con la brujeria y las malas artes, de allí proviene la maravillosa droga y del mismo hongo procede la droga que permite que las mujeres no mueran de hemorragia post parto.
no voy a mentir, no he consumido alucinógenos, pero como buena ex-cristiana, he intentado muchas de las técnicas a través de las cuales los "fieles" alcanzan estados alterados de conciencia.
el hambre, la falta de sueño y la repetición de frases se han usado no únicamente por los cristianos para encontrar la "iluminación" mística. el propio jesús siguió un ayuno de 40 días en el desierto que, fisiologicamente tuvo que haberlo hecho sufrir alucinaciones y "ver al diablo", Santa Teresa hacía ayuno y penitencia, el dolor corporal que causa la posición hincada, como lo hacen los yoguis en la india, permite la liberación de endorfinas que dan una euforia pasajera, otros son más estrictos y se azotan con el mismo fin.
la técnica más moderna es la música, la estridencia del sonido y el ritmo sostenido, el baile agitado de las iglesias pentecostales y neopentecostales permite el desdoblamiento, el cuerpo se cansa y el "alma" rebota de un lado a otro. se usan estribillos, gritos, aplausos, todo esto adormece los sentidos y permite la ilusión de la alucinación divina. todo sigue el mismo fin.
los críticos de la droga las meten todas en el mismo huacal, el ácido busca el mismo fin de la oración: una comunión con el universo, o dios, cualquiera que sea el nombre que se le dé.
los mismos que permiten que sus hijos se alucinen en un "servicio religioso" critican ferozmente a los usuarios de drogas recreativas, ¿quien tiene la razon? yo no lo sé.

domingo, 4 de mayo de 2008

la literatura en Guatemala, más que un ave fenix

era el año 2003, mi madre y un grupo de amas de casa juntaron sus poemas y unos dineros y publicaron un libro de poesía que se llama "tejedoras de versos". en la pequeña farándula cobanera se convirtió en un hit. las señoras leyeron en radio y televisión y contaron las anécdotas que habían hecho surgir los textos. la edición de 500 libros se agotó antes de los 3 meses. me consta que no regalaron muchos, cada una esperaba al menos, sacar los costos de producción, pero el librito se convirtió en un fenómeno: los maestros de literatura ¡al fin! contaban con material autóctono para pedir lecturas y declamaciones que siempre se realizan en la secundaria.
un par de años después me metí a convocar a varios amigos escritores, y así Juan Carlos Lemus, Maya Cú, Andrés Zepeda y Carlota Stowlinski le dieron alas a un grupo de jovencitos cobaneros que lograron hacer hasta un folletito artesanal que distribuyeron por el pueblo.
y ese no es el "maistream".
la literatura en guatemala ha sufrido la misma persecución que las demás ideas, a una amiga que escribe con temática erótica, en un aula universitaria algunas jovencitas le cuestionaron su "honor" y su "pudor" .
Mi madre todavía no puede perdonar a una señora, madre de una compañera de colegio de mi hermana menor, a quien le prestamos nuestro ejemplar de "la Hojarasca"(para uno de esos trabajos de colegio) en una edición que traía también "la verdadera historia de la Cándida Erendira" y que la señora en un arranque de "moralidad" echó al fuego sin disculparse y mucho menos pagar el libro que calificó de "espantoso" (la señora, por otra parte, no debía desconocer nada de lo que dice el relato). otra persona que conozco lanzó a las llamas a varios escritores de izquierda y otros eróticos, propiedad de otra persona, luego de sumarse a un movimiento religioso y por supuesto no se disculpó sino que le dió a entender a la otra persona que le había hecho un gran favor. alguien acaba de publicar en algún periódico que no recuerdo, que los jóvenes "con libros en las manos" eran considerados revoltosos y peligrosos, en los años duros de la guerra (los que tenían armas no, esos eran patriotas y soldados). andar con un libro en la mano era el equivalente a lo que hoy es andar con tatuajes, motivo de que te lo "confiscaran" o pasaras una noche en detención (por decir lo menos duro).
así que, no es de extrañar que la producción y lectura en Guatemala sea tan pobre, pero además, aparte de algunas ediciones escolares, los libros son un objeto de lujo, el mismo Alfonso Portillo presumía con su "biblioteca" y la declaró como patrimonio.
recuerdo que leí "el canciller cadejo" en una universidad gringa, ya que aquí estaba prohibido, y que también encontré (en inglés) "el papa verde" que tampoco se consigue mucho aquí. en Venezuela compre ediciones de papel manila (como las que hacía la editorial José de Pineda Ibarra) de los libros del Nóbel sudamericano a un dólar el ejemplar, así obtuve ojos de perro azul y los funerales de la mamá grande. eran ediciones escolares subsidiadas para que la gente pudiera leer a García Marquez, hasta donde yo sé, no hay libros tan baratos en Guatemala de autores nacionales.
me vienen estas reflexiones luego de que alguien dijera, a raíz de una antología de relatos breves, que la literatura en Guatemala "no está muerta" y yo dije ¿quien ha dicho que está muerta?, siempre ha sabido sobrevivir, a las quemas, a las purgas, a las persecuciones, al exilio, a la inculturación o aculturación, al ninguneo de los nacionales y al malinchismo, incluso a sobrevivido a la mediocridad de los escritores que se autoconsideran "de vanguardia" o "de éxito". desde las amas de casa que se roban minutos del día para "hacer poesía" y pagan de su bolsa la publicación, hasta los escritores "consagrados" que mantienen páginas web y dan clases y publican y vuelven a publicar, el canon guatemalteco, siempre "en construcción" renace una y otra vez y se enfrenta de nuevo a esa "muerte anunciada" por los que la desacreditan.